Dolmen de Axeitos

23 de Agosto de 2022

Una nueva incursión por Galicia (la tercera en lo que va del año) nos acerca hasta la península de Barbanza. Comprendida entre la ría de Muros al noroeste y la ría de Arousa al sureste, este pequeño espigón de tierra -por cuyo interior corre la Sierra da Barbanza- alberga en su extremo final, cuando la sierra ya ha perdido su altura y las placas y bolos de granito están a punto de ser engullidos por el mar, una historia arqueológica que nos remonte a casi seis mil años de antigüedad.

En la parroquia de Oleiros, cercana a las Dunas de Corrubedo y próximo a la población de Axeitos nos encontramos con el Dolmen de Axeitos, el llamado Partenón Gallego del Arte Megalítico.

Una de las típicas carreteras gallegas (estrechas y con curvas) nos conduce entre aldeas y más tarde hasta un robledal donde esta termina junto a la puerta de un perímetro amurallado.

En su interior, rodeado por una robledal (con bastantes ejemplares de alcornoques) descansa de su largo periplo el Dolmen de Axeitos.

De forma poligonal, está compuesto por ocho ortostatos (las losas verticales) de casi 2 metros y una losa de 4,5 x 3,5 metros que sirve de cubierta.

Parece que es difícil su datación (ya que no se encontró ningún objeto en su interior para determinar la posible fecha) pero se cree que su construcción se realizó entre el año 4000 y el 3600 a.C.

A diferencia del Dolmen de Dombate (que se encuentra dentro de una gran cúpula y sobre un montículo que sirve de perímetro de seguridad), el Dolmen de Axeitos nos permite que entremos por entre los restos de su pequeño corredor y que palpemos las impresionantes losas que hace 5000 ó 6000 años otras manos levantaron, impregnándonos de la fuerza necesaria que aquella gente tendría, para con sus escasos medios levantar esta colosales estructuras.