Peña del Viento desde Puente Wamba

Buzón de la Peña el Viento

19 de enero de 2025

Nueva invernal sin nieve.

Mediamos el mes de enero y apenas encontramos nieve como para hacer un sorbete de limón. 

Día de cambios, con fuerte helada mañanera y cielos límpidos que en el trascurso del día se irán cargando de cataratas que tornarán a un cielo gris del que se desprenderán  los primeros copos de nieve cuando regresamos al coche.

La pista Wamba discurre por un paisaje desolado de media montaña, rodeado por cimas que cruza el poljé de Los Fornos antes de alcanzar el Collado del Acebal, donde no encontramos ningún rastro de acebos (bien es verdad que al poco de comenzar la ruta, por los alrededores de las casetas si hemos visto unos cuantos ejemplares de acebo).

A punto de alcanzar el collado, nos desviamos por un pequeño sendero hacia el Collado de las Agujas, el paso entre las cimas de La Rapaina y Peña del Viento.

Desde ese punto, con un último apretón alcanzamos el roquedo de Peña del Viento, que como reza su nombre nos recibe con viento del norte que nos deja helados.

Buenas vistas, del valle por el que subimos, de las cimas de San Isidro, de las cimas de la cuenca del Porma y de los bosques del Parque Natural de Redes, destacando Brañagallones a vista de pájaro.

Unas fotos y pabajo, pero mientras saco esas fotos algo se cuela en el visor de la cámara; una cola que no admite confusión posible: QUEBRANTAHUESOS!!!!!!!!!

Un macho de quebrantahuesos (que más tarde, en casa, por las marcas alares identifico como Bali un macho de quebrantahuesos proveniente de Escuain y marcado y suelto en Picos) que hace el número cinco de mi lista de observaciones en la Cordillera.

Con el subidón comienzo el descenso, ya con un día de cielos cubiertos y fuerte viento que te obliga a meter las manos en los bolsillos, calarte el gorro y no parara hasta el coche.


Al frente el Pico Toneo.
En la curva, antes de entrar a San Isidro, espacio para aparcar y punto de inicio de la llamada pista Wamba que nos acerca hasta el Collado Acebal.
Pista Wamba.
La pista transita por una zona despejada de árboles. Al poco vemos alturas como el Pico Cascallón (el de la izquierda), Peña los Fornos, Peña del Viento (la cresta rocosa) y la Rapaina (derecha).
Con más detalle la cresta rocosa de la Peña del Viento.
Un terreno muy alpino y muy apropiado para caminar con raquetas, cuando hay nieve.
Corral de ganado.
Entrando en el poljé de Los Fornos.
Poljé de Los Fornos.
Por definición un poljé es una depresión en un macizo kárstico de gran tamaño a modo de valle y fondo plano, que con bordes empinados no permiten la salida del agua.
En este caso el aparente arroyo que produce esos meandros desaparece por un sumidero a pocos metros de la pista.
Mirando hacia el sumidero.
Vista atrás; poljé de Los Fornos.
Y vista al frente; Peña del Viento, Collado de las Agujas y Pico Rapaina.
Ganando altura. A la izquierda las cimas de Ausente y Requejines (donde se encuentra el Lago Ausente) y más el centro el Pico Toneo.
Final de la cresta de la Peña del Viento.
Collado de las Agujas y la Rapaina.
El Torres, La Ventanona, Valmartín, Pico Areanal y Cascayón.
La vertiente de Redes,
Por una pradera de altura ganamos la arista rocosa, donde se encuentra la cima.
Al fondo Picos.
Rapaona - Rapaina.
Valle de San Isidro.
Cima de la Peña del Viento (2.000 m).
El cordal del Cantu del Oso y en su interior Brañagallones.
Picos.
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).

Descendiendo.
Vega de Brañagallores.
Cimas de Mampodre.
Valle por el que hemos ascendido.
Con aumentos el Torres.
Dejando atrás la Peña del Viento.
A punto del llegar al coche.

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