Sicilia

Sicilia

Habitada en otro tiempo por los Sicanos y por los Siculos, Sicilia fue colonizada por los griegos en los siglos VII y VIII a.C., fundando Siracusa (734 a.C.) y otras ciudades. Fueron parte integrante del mundo griego, llegando a ser Siracusa rival de Atenas.

Al final de la Primera Guerra Púnica, Sicilia será conquistada por los romanos, que con la decadencia del Imperio será tomada por los Vándalos, los Ostrogodos, los Bizantinos y los Árabes (826-901) un pueblo que dejará una profunda huella.

Libertada en 1.061 por el conde normando Roger de Hauteville, la isla paso al hijo de Federico Barbarroja, Enrique IV, a quien sucedería Federico II.

Después la isla pasaría a los príncipes de Aragón y de los Reyes de España. Contra estos se levantarían varias veces los sicilianos, pero será en 1.860 cuando Garibaldi capitanea la expedición de los Mil, con la que la isla pasaría a pertenecer a Italia.

El 10 de julio de 1.943 estando ocupada la isla por los alemanes, un contingente de 160.000 americanos e ingleses la liberan tras duros combates.

Desde el 27 de mayo de 1.946, Sicilia goza de autonomía regional.

City Break o road trip (porque nos movemos en coche), difícil de clasificar esta pequeña toma de contacto con esta isla tan mediterránea (la de mayor tamaño del Mar Medi Terraneum "mar en el medio de las tierras"), en cuyo interior vamos encontrando los restos de su pasado helenístico, romano, normando, árabe, mezclados en tan perfecta armonía que da que pensar en un estilo propio.

Una semanita, cinco días, buscando el arte de culturas pasadas e intentando escuchar el pulso de esta tierra que se deja oír por las aberturas de sus calderas (la ruta del Strómboli falló por el tiempo y la del Etna por falta de equipo).

9 de marzo de 2024

Asturias - Roma - Palermo.

Los vuelos low cost cuidan tu bolsillo y te quitan la pereza.

Fuerte madrugada para coger el vuelo que desde el aeropuerto de Asturias (Avilés) nos trasporta al de Roma, desde donde un segundo empellón nos acerca al aeropuerto de Palermo.



Palermo 

Ciudad y capital de la isla de Sicilia.

Situada entre el mar y la montaña, es la población que nos permite un primer contacto con la isla. Con un tráfico denso y loco, entramos en esta ciudad viva, caótica, ruidosa y sucia, muy sucia (las bolsas de basura se desparraman por las esquinas, alrededor de los contenedores y en las calles hay papeles, plásticos, botellas y todo un bazar de objetos que ya nadie quiere).

Pero la ciudad está viva e incita a salir a sus calles, a pasear por sus destartaladas calles, entre sus altivos edificios venidos a menos, en busca de un lugar donde cenar  y tomarse unas birras Moretti.
  
Aeropuerto de Palermo.
Palermo desde la ventana de nuestro hotel.
Callejeando por Palermo.
Teatro Massimo.
Teatro Massimo.


Fontana Pretoria.
En su momento fue denominada la fuente de la vergüenza debido a la desnudez de sus estatuas.
Entrando a Piazza Bellini.
Iglesia de Santa Maria dell'Ammiraglio.
Iglesia de San Cataldo.
Catedral de Palermo.
Catedral de Palermo.
Cabecera de la Catedral de Palermo.

Catedral de Palermo.
Teatro Politeama.


10 de marzo de 2024

Parque arqueológico de Segesta

Segesta fue una antigua ciudad que se erigió como centro político y administrativo de los Élimos (que según algunos historiadores podría haber sido descendientes de los ciudadanos escapados de Troya), un pueblo que habitó el noroeste de Sicilia antes de la llegada de los griegos.

Por Segesta iran pasando los distintos pueblos conquistadores hasta que en el año 900 fuera destruida definitivamente por los sarracenos.

Del su pasado ha perdurado un templo dórico (el Templo Inacabado) y un teatro griego (aparte de los restos de un castillo, una iglesia y una mezquita).

Situado noroeste de la isla y relativamente cercano a la ciudad de Palermo (77 km.), los últimos kilómetros, con la estrechez de su carretera y sus pronunciadas curvas, hacen que te sientas en un lugar bucólico y remoto.

Templo Inacabado 

La noche tranquila tornó en borrasca que amenazaba con reventar las ventanas de la habitación de nuestro hotel en Palerno.

A primera hora, entre las calles de Palermo, las ráfagas de viento se colaban entre algunas calles, obligándonos a mirar hacia las alturas por si algo caía. En el complejo arqueológico de Segesta pensamos que si el Templo Inacabado ha perdurado a lo largo de más de 2500 años, bien podrá soportar las fuertes embestidas del viento.

Aparcamiento y oficina donde venden las entradas para el Parque Arqueológico de Segesta.
Nada más acceder al recinto vemos la silueta del Templo Dórico.
Templo dórico de Segesta.
Templo dórico períptero (rodeado de columnas) y hexástilo (con seis columnas en el frente). Es un templo inacabado (finales del siglo V a.C.). Se levantó sobre una cima, a las afueras de la ciudad de Segesta, con unas estupendas vistas hacia el valle.
Se dice de él que es uno de los mejores conservados por varias causas; por su aislamiento en lo alto de un cerro (sin tentaciones por la distancia para utilizar su piedra en construcciones locales) y porque nunca sería profanado debido a que nunca se completó (no se llegó a poner el tejado, no llego a tener cella y sus columnas permanecen aún en bruto, esperando las estrías típicas del estilo dórico).
El Tempo Inacabado de Segesta.
Es posible que al no tener tejado (y no existir peligro de desprendimiento) está permitido caminar por el interior del templo.
De entrar en su interior y de abrazarte a sus columnas.


La columna dórica resulta más maciza y carece de basa.
En este caso, las columnas del Templo Inacabado, permanecen en bruto (muchas de ellas deterioradas por el paso del tiempo) esperando ser estriadas.


El camino hacia el Teatro Griego nos perite una visión de conjunto del Templo Inacabado y del valle en que se encuentra.
61 metros de largo por 26 de anchura.
Con un total de 36 columnas, 6 en las fachadas y 14 a cada lado.
En un alto, los restos de un castillo normando del siglo XII.

Teatro Griego

Ascendemos por un estrecho sendero que desemboca en la carretera que asciende al Templo Griego, mientras los turistas perezosos que han evitado las rampas con el bus-lanzadera, nos miran a través del cristal.

Es preciso alcanzar la cima del Monte Bárbaro y descender por la vertiente opuesta para descubrir el Teatro Griego de Segesta.



Teatro Griego de Segesta.
Excavando en la ladera del Monte Bárbaro se logró una cávea (anfiteatro donde se encuentran las gradas) de 63 metros, con una capacidad para acoger a 3000 personas.
Es el primero de los teatros que veremos en Sicilia.
Posiblemente este sea el mejor conservado. 

La gradería.


Desde el Teatro Griego de Segesta se ve el mar (hoy no por la gran cantidad de nubes).

Valle de los Templos (Agrigento)

Algo más de dos horas para cubrir los casi 170 kilómetros que separan Segesta de Agrigento.

Un recorrido que nos aleja del influjo urbano de Palermo y nos lleva a través de pequeñas carreteras (a veces muy pequeñas) por una Sicilia rural, que gracias a las recientes lluvias luce una extensa gama de verdes en sus plantaciones de olivos, de naranjos, limoneros y en sus campos de cultivos donde el cereal ya levanta.

Valle de los Templos bien podía denominarse Arista de los Templos. La que vemos, mientras accedemos hacia la entrada, donde los templos se sitúan en una línea desde la cual desploma sin miramientos al valle por el que circulamos (no así hacia el lado contrario donde si hay un valle).

El valle, con la población de Agrigento al fondo.
El Valle de los Templos es un recinto muy grande, donde los templos se intercalan entre una gran mancha de árboles (impera el olivo) y por cuyo centro discurre una avenida que da paso a los templos.
Lo que podemos ver son los restos de la antigua ciudad de Akragas (su construcción comenzó a partir del 580 a.C., llegaría a tener 200.000 habitantes y se decía de ella que era la ciudad más bella de la tierra) en lo que se conoce como la Magna Grecia. En el pasado fue la cuarta población más grande del mundo occidental.
Desde 1997 el Valle de los Templos fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Templo de Hera o Templo de Juno

Levantado en honor a la diosa del matrimonio (Juno es la diosa mujer de Jupiter).

Localizado en lo alto de la colina. Se piensa que fue levantado en el siglo V a.C.
En el año 406 a.C. fue incendiado por los cartagineses. Más tarde, en el siglo I a.C., los romanos lo volvieron a levantar. En la Edad Media se vio parcialmente destruido por un terremoto.
Estilo dórico clásico, aún conserva 30 de las 34 columnas que lo conformaron ( 6 columnas al frente, 12 en los laterales).
Templo de Hera o Templo de Juno.
En el interior hay un altar de sacrificios, pero no es posible el acceso al recinto interior del templo.

Columnas dóricas.
Una delicia el paseo entre los templos, con una temperatura ideal (ya sin viento) y entre tanto árbol, de lo más agradable.

Valle de los Templos.
A la derecha de la línea donde se sitúan los templos es un valle cubierto en su totalidad por arboleda.
De la línea hacia la izquierda, el terreno desciende hasta el otro valle por el que pasa la carretera.


Catacumbas paleocristianas.

Un camino recorre la línea de cumbre y durante un tramo corre paralelo a las catacumbas paleocristianas.

Catacumbas paleocristianas.


Templo de la Concordia.

El templo clásico mejor conservado de la ciudad de Akragas.

No existe certeza sobre la fecha de su construcción, pero se cree que fue durante el 430 a.C. Tampoco se sabe con certeza en honor a quién fue levantado y su nombre se debe a una inscripción en latín encontrada en una roca próxima al templo.

Templo de la Concordia.
Delante del Templo de la Concordia una de las "esculturas rotas" del escultor Igor Mitoraj.
Con las esculturas de este escultor polaco nos iremos tropezando sin buscarlo a lo largo de la isla.
En el siglo VI se convirtió en basílica cristiana por iniciativa del obispo Gregorio de Girgenti, que lo dedicó a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (en ese momento se reforzó su estructura y se eliminaron los ornamentos para que pudiera soportar mejor los terremotos. En 1748 se restauró a su forma original).

Templo de la Concordia.
A diferencia del resto de templos del valle, el de la Concordia se encuentra prácticamente entero, por ello es considerado como el edificio de estilo dórico mejor conservado.


Templo de Heracles o Templo de Hércules.

Heracles era hijo de Zeus (Hércules en la mitología romana, hijo de Júpiter).

Construido durante el siglo VI a.C., es el templo más antiguo del Valle de los Templos.

De las 38 columnas que tenía en la actualidad solo quedan 8 en pie, encontrándose el resto por los alrededores.

Su destrucción fue por un terremoto.



Templo hexástilo (seis columnas en sus frente y 15 en los laterales).

Templo de Zeus Olímpico

En la mitología griega, Zeus es el padre de los dioses y de los hombres.

Poco o nada queda del templo levantado en honor a Zeus como agradecimiento por la victoria de Akragas sobre los cartaginenses en el 480 a.C.


Se proyectó como el edificio dórico más grande jamás construido (aunque nunca se llegaría a finalizar) con unas dimensiones de 112 x 56 metros (piensa que el Partenón de Atenas mide 69,54 x 30,87 metros).

El arquitrabe (la viga principal que soporta el peso de la cubierta y apoya sobre las columnas) en este caso no solo era sujetado por las columnas, sino que contaba con una serie de gigantescas figuras antropomórficas llamadas atlantes o telamones (similar, pero de mayor tamaño, que las Cariátides del Erecteón en la Acrópolis de Atenas ).

Son los telamones, las piezas principales que podemos ver hoy del desaparecido Templo de Zeus.
 
Telamón o atlante.
Templo de Zeus.
Telamón en posición vertical.

Templo de los Dioscuros

También llamado Templo de Castor y Pólux (Castor y Pólux eran los hijos de Zeus)

Levantado a finales del siglo V a.C. en honor del los divinos Dioscuros (hijos de Zeus). Fue destruido por los cartaginenses y posteriormente vuelto a levantar en estilo helenístico. Tiempo más tarde volverá a ser destruido por un terremoto. 


Situado al oeste del Valle de los Templos, es el más fotografiado del complejo, convirtiéndose en el icono del valle.
Templo de los Dioscuros con Agrigento al fondo.

Foto de una recreación de como sería el Valle de los Templos.
Unas últimas fotos en el camino de vuelta en busca del coche.
Templo de la Concordia.
Templo de Juno.

11 de marzo de 2024

Palermo

Catedral de Palermo

En 1061 los normandos llegaron a Sicilia procedentes de Francia y en el curso de los treinta años siguientes consiguieron dominar la isla.

Estos vikingos nómadas se convirtieron en sedentarios con la adopción del cristianismo romano.

La reciente y poderosa presencia del Islam en en la isla hasta el momento, más la influencia normanda dará lugar a un nuevo estilo propio de Sicilia; el estilo árabe - normando.

Un capuchino, un croissant y partimos por las calles de Palermo en busca de su catedral.
Teatro Politeama.
Ficus macrophylla, es una de las especies de ficus utilizadas en la jardinería paisajística, utilizándose como árbol urbano que, con el tiempo y condiciones adecuadas, puede llegar a convertirse en verdaderos árboles monumentales.

Accedemos por el oeste, por via Matteo Bonello, bajo los arcos que unen la Catedral de Palermo con el Museo Diocesano.


Panorámica de la Catedral de Palermo.
En el año 1185 Walter de Mill (arzobispo de Palermo) ordena levantar un templo de planta basilical.
Detalle de las torres de la Catedral de Palermo y del Museo Diocesano.
Pila bautismal.
Templo de planta de cruz latina, con tres naves divididas por columnas.
Detalle de la luminaria del cimborrio.
Meridiana solar de la Catedral de Palermo.
Es una línea perfectamente orientada en dirección norte-sur y cuya longitud depende de la altura a la que se sitúe el gnomon (un gnomon vertical permite determinar la dirección del meridiano del lugar o la dirección de los puntos cardinales), que habitualmente en el caso de meridianas de cámara oscura es un pequeño agujero situado de manera estratégica (la medición se realiza a mediodía).
Fachada oeste.
Puerta de la fachada oeste.
Cabecera de la Catedral de Palermo.
Tres ábsides con fuerte inspiración árabe.
Entrada principal.
Un término artístico nuevo; el estilo árabe - normando, que fusiona lo bizantino y lo árabe con el estilo propio de los pueblos normandos.
Un paseo por la cubierta te permite ver de cerca sus cúpulas, torres y una panorámica de la ciudad de Palermo. 
El patio de palmeras de gran inspiración islamista.
Detalle de las tejas de las cúpulas.

Detalle de los muros; incrustaciones de piedra volcánica en la caliza (hoy en día con máquinas de cortar laser no sería difícil hacer esas filigranas, pero en la Edad Media buen artesano tenías que ser).


Palermo.
Las torres de la catedral.
El estilo normando, no deja de ser románico.
En la cúspide.
Palermo.




No te tires!!!!!!!

Palacio de los Normandos y Capilla Palatina

Rogerio II se hizo construir en Palermo un Palacio con capilla palatina, consagrada a San Pedro.

Esta capilla fue terminada entre el año de la coronación de Rogerio (1130) y 1143.

Palacio de los Normandos.
Impresiona por su tamaño, pero lo austero de su fachada exterior no permite hacerse una idea de la maravilla que se guarda en su interior.
Patio del Palacio.

Capilla Palatina

Finalizada en 1143.

Al igual que las iglesias normandas, esta tiene tres ábsides. 

Columnas de mármol con capiteles corintios separan la nave central de las laterales. 

Los arcos ojivales que se levantan sobre estos capiteles son típicamente islámicos, así como el techo de mocárabes, mientras que los ricos mosaicos son de influencia bizantina.

Entrando a la Capilla Palatina.
Hay mucha gente y el espacio por donde moverse es reducido.
Me pongo nervioso, no consigo buscar posición para hacer una foto decente y se me nubla la vista, mis pulsaciones se aceleran, las palmas de las manos me sudan.
HORROR!!!!!! Estoy sufriendo un nuevo Stendhalazo!!!!!!!!
Nave central, pared septentrional (izuierda) El Pecado Original, en el centro, el árbol del bien y del mal, con la serpiente tentadora (enroscada en su tronco) convence a Eva para comer el fruto prohibido (Eva cae en el pecado y a su vez da de comer a Adán).
A su derecha; El castigo después del pecado. Dios reprende a Adán y Eva tras el pecado, mientras los dos se cubren púdicamente. 
Los mocárabes del techo
Los mocárabes son una especie estalactitas de forma cónica o en forma de cuña que cuelgan del techo.
Presentes desde Persia hasta España, los mocárabes son una constante decorativa en el Arte Islámico. 
Sin embargo las de la Capilla Palatina son únicas en el mundo, debido a la presencia de imágenes de figuras humanas en el paraíso (el arte islámico no admite imágenes de su profeta ni, por lo general, de ninguna persona ni animal).
Presbiterio; El Cristo Pantocrátor.
Es el más grandioso de todos los mosaicos. Un mosaico del siglo XII. En su centro un gran Cristo Legislador sentado. Con la mano izquierda sujeta el Evangelio abierto en la página donde puede leerse, en griego y latín: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida". En la mano derecha mantiene el típico gesto del portador de la sabiduría en la tradición iconográfica bizantina; mano abierta con el pulgar y el índice tocándose.
Los ábsides laterales muestran en las semi-cúpulas los mosaicos de San Andrés (derecha) y de San Pablo (izquierda). En el ábside de la izquierda se ve Jesús, siendo aún niño, con su padre (San José). En el ábside de la derecha se ve la Virgen María, de niña, con su madre (Santa Ana).
Entre codazos y algún que otro trompicón, consigo alcanzar el centro de la iglesia.
Me hago fuerte en mi posición, saco el móvil (en superangular), despliego los codos para abrir espacios y consigo tirar tres fotos que recogen los tres ábsides con la figura del Cristo Pantocrator en el centro (y que con posterioridad Photoshop se encarga de unir).
El aposento real
La contra-fachada está decorada con un gran mosaico del Cristo Pantocrátor. Sobre una plataforma de mármol, puesta a mayor altura del piso de la iglesia, se halla el aposento real donde, en el pasado, se hallaba el trono. Sobre este, se ven unos leones, emblema de la realeza y más arriba otro el mosaico de Cristo Pantocrátor con San Pedro, San Pablo y los Arcángeles Miguel y Gabriel (con alas y volando).






Las naves de la Capilla Palatina se sustentan sobre ocho columnas de mármol, cuatro de cada lado, procedentes de material reutilizado de otros edificios de la antigüedad.
Por fin solo, disfrutando el momento.

Porta Nuova

Adosada al muro norte del Palacio de los Normandos, fue durante mucho tiempo la principal entrada a la ciudad de Palermo.

Levantada en conmemoración de la victoria sobre los ejércitos turcos en el año 1583.

EL 20 de diciembre de 1667 un rayo cae sobre un polvorín y destruye totalmente la Porta Nova. Será, dos años más tarde, cuando el arquitecto Gaspare Guercio la reconstruya completamente, coronando el edificio con una cubierta piramidal de tejas policromadas.

Porta Nova, fachada este.
Porta Nova, fachada oeste.
Detalle de las esculturas de la Porta Nova.
Cuatro Telamones (figura arquitectónica similar a los Atlantes del Templo de Zeus Olímpico de Agrigento), que representan a los moros derrotados por Carlos V. Las figuras de la posición central muestran sus miembros amputados en señal de sumisión.
Fontana Pretoria.
Iglesia de Santa Maria dell'Ammiragli.
Del siglo XII, esta pequeña iglesia (no tan pequeña) levantada en un claro estilo árabe-normando, tiene los suficientes atributos de belleza como para haber sido incluida como Patrimonio de la Humanidad.
Recordemos que el termino normando se aplicaba a aquellos "hombres del norte" (vikingos) que ocuparon el noroeste de Francia (Normandía) y que se extendieron por Inglaterra, la parte sur de Italia y la isla de Sicilia.
Santa Maria dell'Ammiragli es también conocida como la Martorana, nombre heredado del colindante convento fundado en el año 1194 por doña Eloisa Martorana.
Iglesia de San Cataldo.
El campanario se compone de cuatro cuerpos cuya altura se va reduciendo progresivamente. Los primeros dos cuerpos se remontan al siglo XII. El tercer cuerpo y el cuarto fueron añadidos en el siglo XIV. Bajo el campanario hay un pequeño pórtico en el cual, a consecuencia de la reforma de 1588, se halla el portal principal.
Dos estilos bien definidos. El de su origen con mosaicos puramente bizantinos y arabescos y el de su reconstrucción, decorada según los cánones del barroco tardío (siglo XVIII), que se reconoce por sus frescos.

El centro la cúpula, Cristo Pantocrátor rodeado de ángeles adoradores.
 Todo el conjunto sobre un fondo dorado, símbolo de la gracia divina.
Cuatro bóvedas azules, con estrellas, que representan el firmamento, rodean a Cristo Pantocrator.


Es en el suelo de la iglesia donde podemos ver los mosaicos árabes, con temas decorativos de carácter geométrico, creados con piedras y mármol rojo y verde, sobre un fondo de mármol blanco.
Frescos barrocos.
De nuevo pasando por Fontana Pretoria.


Catedral de Monreale

Hace tres meses desconocía la existencia de una población siciliana llamada Monreale, en cuyo interior, oprimida entre pequeñas casas, se levanta una impresionante catedral: La Catedral de Monreale.

La historia de la Catedral de Monreale viene de largo, cuando en 1172 Palermo y su obispo habían conseguido una posición tan dominante que el rey Guillermo (normando) se vio en la necesidad de levantar una iglesia rival con palacio y monasterio en Monreale.

Hacia 1182 la iglesia ya estaba levantada y hacia 1200 se termina el claustro.

Como he dicho, desconocía la existencia de Monreale, de su catedral y de los impresionantes mosaicos que recubren las paredes y cúpulas de su interior, destacando especialmente el Cristo Pantocrátor, situado en la cabecera central.

Todo un desconocimiento que me permitía vivir feliz en mi ignorancia, hasta que hoy, 11 de marzo de 2024, enterado ya de su existencia, en la población de Monreale y en el medio de la nave central de la catedral, encuentro las naves laterales, y ya casi la nave central, literalmente cubiertas de por un muro de andamios colocadospara su restauración.

Entiendo que si toca restauración ha de hacerse, pero el rebote que pillé no se pudo compensar con el Stendhalazo de la mañana. La vena del cuello se me hinchó, volví a la taquilla para que me devolvieran el importe de la entrada (que resulta que es gratis como todas la catedrales de Sicilia y lo que se cobra es el claustro y la subida a la torre), volví a la nave, saque una foto a lo poco que se podía ver y salí de la iglesia dando un soberano portazo.









La Catedral de Monreale, al igual que todas las catedrales de Sicilia, reúne gran variedad de estilos, debido a la diversidad cultural que pobló estas tierras.
Su cabecera, con arcos de reminiscencias islámicas, resulta complicado de disfrutar debido a la estrechez de sus calles, donde se apelotonan pequeñas casas. 
Cabecera de la Catedral de Monreale.
Difícil disfrutar de esta maravilla sin producirse un esguince cervical.
Claustro de Santa Maria la Nuova.
Es uno de los 12 monumentos sicilianos (Palermo, Monreale y Cefalù) que han sido declarados Patrimonio de Humanidad por la UNESCO.

Las esculturas que decoran sus capiteles son uno de los más destacados ejemplo del Arte Europeo del siglo XII.
Todo el conjunto fue construido por voluntad del rey Guillermo II de Sicilia y entregado a los Benedictinos que vinieron a Sicilia desde Cava de Tirreni (provincia de Salerno), en aquel entonces uno de los centros espirituales y culturales más importantes del sur de Italia.
Piazza Guglielmo II.
Desde esta plaza vemos el pórtico principal de la catedral (estilo neoclasico).
Junto a este se elevan dos torres, una de ellas (la más pequeña) inacabada.
El acceso a la catedral se realiza por una de las naves laterales.
El Claustro Benedictino a vista de pájaro, mientras recorremos las alturas de la catedral.
El recorrido está bien, pero nada que ver con el de las torres de la Catedral de Palermo que vimos esta misma mañana.
Claustro.
Vista panorámica hacia la ciudad de Palermo.
Un detalle de los arabescos de la cabecera.
Entramos al interior de la catedral.
Los andamios se levantan en las naves laterales hasta las cúpulas y unas lonas impiden la visión.
Podría decirse que aún llegamos a tiempo. Los andamios de la nave central están a medio poner, aún es posible ver la figura del Cristo Pantocrator.
Pero muy alejado!!!! y entre un mar de andamios!!!!
La Catedral de Monreale tiene unos 102 metros de longitud, lo que permitió que en sus muros se pudieran narrar con una exquisita calidad más de cuarenta episodios del Antiguo Testamento
Podemos apreciar en esta parte del muro la secuencia de la creación del hombre y la mujer en las figuras de Adán y Eva, así como la famosa serpiente en actitud tentadora (muy similar a los mosaicos que vimos esta misma mañana en la Capilla Palatina).
La Catedral de Monreale es un claro ejemplo del arte bizantino, donde se aleja del planteamiento de la tradición clásica (griegos y romanos) hacia obras de arte de contenido religioso con representaciones bidimensionales (en un espacio plano, los iconos y mosaicos bizantinos no tienen fondo)
Me acerco lo más que puedo y hago una foto.....
antes de abandonar la catedral dando un portazo.

12 de marzo de 2024

Milazo

A Milazo llegamos ayer, a ultima hora con el propósito de tomar el ferry de mañana que nos llevaría hasta la isla de Stromboli.

Cambio del tiempo meteorológico, nubes y fuerte viento que se encarga de levantar tanto oleaje como para que decidan suspender el ferry Milazo - Stromboli durante los próximos días.

Momento en que nos enteramos que el ferry a Strómboli había sido suspendido. 
La aventura del Strómboli finalizaba antes de comenzar.
Adiós a la aventura del Strómboli. 
Milazo.
Milazo.

Siracusa, Isla de Ortigia.

Dice mi guía que Siracusa fue la ciudad más grande del antiguo mundo griego, emulando a Atenas, Cartago y Roma, que conserva vestigios impresionantes de su pasada grandeza.

Como uno sabe que se tiende a arrimar el ascua a su sardina, tiendo a pensar que el escritor pudiera ser hijo del lugar y no lo suficientemente imparcial.

Poco acertado le veo al autor cuando proclama: Sus ruinas, perdidas en la exuberante vegetación y acariciadas por la luz de un cielo siempre claro constituyen un solemne y majestuoso espectáculo.

Las nubes cubren aún Siracusa cuando arribamos a su puerto y una potente chaparrada arruina un pequeño paseo en barco por la isla.

Ortigia es el islote ocupado hoy en día por la parte más antigua de la Siracusa moderna, a la cual se accede por dos cortos puentes.

Puerto de Siracusa.
Al frente la isla de Ortigia.

Paseando por la Siracusa más actual.
Limpia y ordenada, nada que ver con Palermo.
Ortigia, donde se sitúa la ciudad antigua de Siracusa es una isla.
Ponte Umbertino, uno de los puentes de entrada a Siracusa.
El otro puente; Ponte Sta. Lucia.
Ante el Templo de Apolo.
Llueve y tenemos hambre, el templo queda para más tarde.
Callejeando por las estrechas calles de Siracusa.

Piazza del Duomo.
Hemos ido recorriendo estrechas calles, entendiendo que tiene que ser así para meter una ciudad en un espacio poco mayor de un kilómetro cuadrado, cuando la luz y el espacio se abre de repente ante la Piazza del Duomo, la plaza de la catedral. 
Catedral de Siracusa.
Piazza del Duomo.
Reconstruida en estilo barroco tras el terremoto de 1963. En ella destaca la Catedral de Siracusa que luce una fachada barroca.
En la plaza también encontramos el Palazzo Municipale (barroco siglo XVII), la Iglesia de Sta. Lucia alla Badia y el Palazzo Beneventano del Bosco.
Fachada barroca de la Catedral de Siracusa.
El interior de la iglesia majestuoso, pero simplón, hasta que topamos en la naves laterales con esto:
Siempre suelo repetir una frase que escuche hace años; que no hay mejor cantera que la iglesia vieja.
Los arquitectos de la Catedral de Siracusa bien la tendrían aprendida. No utilizando la piedra del templo dórico que los griegos levantaron en honor a la diosa Atenea en Ortigia (430 a.C.). No, no les dio por utilizar su piedra, levantaron su catedral utilizando la estructura del templo dórico.
Columnas dóricas sobre las que se soporta la Catedral de Siracusa.
Contracabecera.
Catedral de Siracusa, finales del siglo XVI y principios del XVII.

Plano de la Catedral de Siracusa.
Fotografiando a unas amigas coreanas.
Iglesia de Sta. Lucia alla Badia.

Detalle del muro exterior donde se ven las columnas dóricas del antigua Templo de Atenea.
Una nueva imagen de la fachada principal de la Catedral de Siracusa.
Y de la Piazza del Duomo.
Recordando que Ortigia es una isla.
Con calles estrechas.
Y balcones que recuerdan su esplendor.
Al sur de la isla, el Castello Maniace (no entramos).


Alado sin cabeza, obra del escultor polaco Igor Mitoraj.

Cala Rossa, la marea alta apenas deja playa.

Templo de Apolo.
Uno de los primeros templos construidos por los griegos en Siracusa (principios del siglo VI a. C.), en un estilo dórico que es el más antiguo de Sicilia. Se conoce que fue levantado en honor al dios Apolo por la inscripción que aparece escalón más alto del lado oriental.
Restos de las columnas (6 en los lados cortos y 17 en los largos), rechonchas y estrechas, dan testimonio de la arquitectura arcaica del templo, construido en la característica piedra local de color amarillento, llamada giurgiulena.

Santuario de la Virgen en Siracusa.
Estés donde estés, no puedes dejar de ver una cúpula cónica que surge entre los edificios de la nueva Siracusa.
Al final de la tarde, como estaba cerca de nuestro hotel decidimos acercaros hasta ese edificio moderno, con forma de cono invertido que representa una lágrima (en recuerdo del milagro ocurrido en Siracusa en 1953 donde una imagen de la Virgen en un cuadro de yeso comenzó a llorar).
Anterior del Santuario de la Virgen en Siracusa.


13 de marzo de 2024

Siracusa, Parque Arqueológico de Neápolis

Al este de la ciudad nueva de Siracusa, en un amplio recinto, donde el verde es el color imperante, se encuentra el Parque Arqueológico de Neápolis.

Neápolis es el nombre de distintas ciudades, de origen griego, que significa "ciudad nueva",  un distrito de la antigua ciudad siciliana de Siracusa, hoy yacimiento del Parque Arqueológico de Neápolis.

La Neápolis cuenta con dos zonas bien diferenciadas; la parte donde se encuentra el Anfiteatro Romano y la parte donde se encuentra el Teatro Griego. Y entre ambas, un sendero peatonal unidireccional que las une, además de llevarnos por la vieja cantera donde extrajeron el material para sus construcciones.


Anfiteatro Romano

Había leído y visto fotos de este teatro expoliado, donde las hiervas se comían sus restos.

Hoy es bien distinto. Las ruinas del anfiteatro aparecen como un recinto muy cuidado, donde la piedra luce entre un tupido manto verde (otra cosa será en pleno verano).

Pero (siempre hay un pero) no se puede acceder al interior del anfiteatro.

Anfiteatro de Siracusa, perteneciente a la edad imperial (siglo III d.C.).
Con forma elíptica tiene un tamaño de 140m x 119m . 
Se observan dos arcadas: la norte y la sur, que eran las que servían para dar paso a los gladiadores y a las fieras.

Las "esculturas rotas" de Igor Mitoraj se cuelan en la Neápolis.
El sendero circunvala el anfiteatro, siendo desde las posiciones sur donde se tienen mejores vistas y desde donde podemos apreciar las verdaderas dimensiones de la cávea.
 Las gradas estaban divididas en tres franjas horizontales, con escaleras para poder acceder a los mismas. La primera franja estaría excavada en la propia roca y únicamente las partes más altas tendría asientos con piedra añadida. En la parte superior de las gradas el anfiteatro acababa con un pórtico de columnas.
La entrada principal (la sur) tenía una boca de entrada más grande para que pudieran acceder los carros para los espectáculos de cuadrigas.
El deterioro de las gradas es debido al uso de las piedras como cantera para realizar las iglesias en época cristiana y la fortificación del bastión de Ortigia en el siglo XVI por parte de los españoles.
Una foto para el recuerdo.
En la arena se puede contemplar, al descubierto, los orificios excavados que se cubrían con un entarimado de madera y servían como acceso subterráneo a la arena .



Altar de Hierón II

Hierón II fue un rey de Siracusa que gobernó en el 265 a. C.

El Altar de Hierón es un antiguo altar de sacrificios dedicado a Zeus. Sorprende por su tamaño, con casi 200 metros de longitud, en donde se llegaron a sacrificar más de 400 toros a la vez en un acto público.

Hoy del Altar de Hierón solo queda el zócalo. 


Altar de Hierón.

La Oreja de Dionisio

Es una cueva artificial, surgida en la cantera de donde se sacaba la piedra para los distintos edificios.

Con una entrada de 23 metros de altura y 65 de profundidad, tiene la peculiaridad de tener una gran acústica (Dionisio ordenaba encarcelar allí a sus enemigos y aprovechando su acústica, escuchar sus comentarios).

La antigua cantera de piedra.


Las latomías
Las latomías son cuevas artificiales creadas por la explotación de las rocas calcáreas como canteras, que posteriormente fueron usadas como prisiones.
Llámalo latomías, llámalo Médulas, a los romanos no se les ponía nada por delante)

La Oreja de Dionisio.

La Oreja de Dionisio.

Teatro Griego

Parece que en Siracusa ya existió un pequeño teatro en el siglo V a.C. pero no esta claro que el existente en la Neápolis se asiente sobre las ruinas de ese antiguo teatro.

El de la Neápolis tuvo su origen en el siglo III a.C. y será renovado en la época romana.

Excavado directamente en la roca de la colina, es uno de los teatros greco-romanos más grandes y mejor conservados del mundo.

Con 140 metros y 67 filas de gradas, tenía una capacidad para 16000 espectadores (recordemos que el de Segesta tenía para 3000). Actualmente hoy solo se conservan 46 filas de gradas.

En la parte superior se encuentra la Vía de los Sepulcros, excavaciones en la roca (con forma de cuevas) que pudieron ser enterramientos en la época bizantina.

Desde uno de sus miradores. Se ve un teatro grande, muy grande. Tanto que aparenta ser una inmensa parábola diseñada para recoger los rayos del sol y enviarlos a cualquier agujero negro. 
Una gran decepción al no poder caminar entre sus gradas y en cambio ver como las viejas piedras son recubiertas por tubos y maderas para hacer prácticos asientos y monetizar más si es posible el espacio. 
Teatro Griego de Siracusa.
Vía de los Sepulcros.
Vía de los Sepulcros.
Desde esta posición se llega a ver el mar.
Pero estamos demasiado alejados del teatro.
APRÉTALO CON LA GRIFA!!!!!!
Dando unos buenos consejos (que nunca vienen mal) a los obreros que se afanan en llenar el espacio de la orchesta de tubos.


Villa Romana de Casale 

A diferencia de la Catedral de Monreale (que no conocía hasta que comenzamos a preparar el viaje), de la Villa Romana de Casale si había oído hablar (en alguna de las visitas a la Villa Romana de la Olmeda -Palencia- citaban a la de Casale como la mayor colección de mosaicos en una villa romana).

Entraba al recinto con ánimo de comparación, pero sin duda los mosaicos de Casale ganarían por goleada. Por el tamaño de la villa, los recintos, las habitaciones y por la impresionante cantidad y calidad de sus mosaicos.

Si hubiera que añadir un pero, este sería la mala iluminación, con muchos reflejos (bien es verdad que nosotros la visitamos por la tarde y que tal vez de mañana sería mejor).

Piazza Armerina

Piazza Armerina no es una plaza, es la población cercana a la Villa Romana de Casale, a la que entramos antes de visitar la villa, con intención de comer.

Como cualquier población siciliana (italiana) sus calles están pobladas de monumentalidad.

Curioso, lo vimos en varias poblaciones, un tablón informativo para las esquelas (pegando una sobre otra y en algunas con gran grosor).


Algún cartón por el suelo, algún plástico, algunas colillas, pero nada que ver con la suciedad de Palermo.



Villa Romana de Casale

En el centro de Sicilia, a escasos 5 kilómetros de Piazza Armerina se encuentra la Villa Romana de Casale, un conjunto de varios edificios que allá por los siglos III y IV d. C. fue residencia de la aristocracia senatorial y que hoy es Patrimonio Universal por la Unesco por el conjunto y conservación de sus mosaicos.

Algún terremoto, unos corrimientos de tierra y la Villa Romana de Casale permanecerá enterrada (conservando sus tesoros) hasta unas primeras excavaciones en 1929 y posteriormente en 1935 sin apenas resultados.

Será el arqueólogo Gino Vinicio quien en 1950 retoma las excavaciones y descubre la villa. Sera él, basándose en el estilo de los mosaicos, quien la feche en la primera mitad del siglo IV. Posteriores estudios la sitúan entre los años 285 y 305 d.C..

Se estima que se tardó entre 5 y 10 años en sus construcción (hemos de pensar en el tamaño de las teselas y en los 3.500 metros cuadrados de mosaico, poniendo una a una). 

La primera pregunta que nos hacemos (después de ver esa maravilla) es que coño hace una villa de esas dimensiones y con ese lujo añadido, en medio de la isla de Sicilia??????

La explicación la encontramos en la prosperidad que adquiere la isla en el siglo IV, con la expansión comercio de Sicilia (principalmente del grano necesario para alimentar a los ciudadanos) como puente entre las provincias de África y Roma y en segundo lugar por el abandono de caballeros y senadores romanos de la ciudad (a casusa de la creciente presión fiscal) hacia sus posesiones en el campo.

Los senadores empezaron a ocuparse de manera personal de la explotación de sus propiedades, requiriendo para sus comodidad, amplias y confortables mansiones, donde invirtieron grandes sumas de dinero.

Entrando a la villa, edificios destinados a calentar el agua.
Un pequeño salón, donde no solo se conservan los mosaicos del suelo. Las paredes aparecen con restos de la pintura original.
Cuerpo central de la villa, organizado en torno a un peristilo (patio rodeado por columnas) cuadrangular, con jardín y estanque en el centro.

Detalle de uno de los pasillos.
Detalle de los mosaicos.
Otra pequeña habitación.
Decorada con gran exquisitez. Tenemos que pensar que es el suelo.



Las teselas es lo más cercano a un píxel en la fotografía actual. Cuanto más pequeño más definición, pero más trabajoso a la hora de hacer un mosaico de este tamaño (aparte lo difícil que es realizar una composición de esas estando pegado al suelo y sin tener posibilidad de alejarse para ver el resultado).


Corredor de la Gran Cacería.

Es el mosaico más extenso. Se trata de un lago pasillo, de algo más de 65 metros, que separa la zona privada de la zona pública. El pasillo termina en ambos lados en dos ábsides.

A pesar de su nombre; de la Gran Cacería, el mosaico no representa unas escenas de caza, sino una gran batida para capturar animales salvajes, que irían destinados a los juegos de algún anfiteatro (ningún animal en la composición se ve abatido, se ve como son arrastrados hacia un barco).


Avestruces.
Embarcando un elefante.
Forcejeando con un toro (o un uro?).
Un tapir!!!!!

La Sala de las Diez Chicas

La más reconocida de toda la villa.

Llama la atención un grupo de chicas preparándose para los Juegos Olímpicos, vistiendo unas prendas que bien podrían confundirse con una presentación de una nueva colección de bikinis.



La escasa luz obliga a elevar el ISO, lo que con el consiguiente procesado para aclarara un poco la foto, esta parezca más un cuadro pintado con acuarelas que un mosaico (el contorno de las teselas desaparece).

Triclinio triabsidato.
Como entran en nuestra cabeza estos lugares? Qué es lo que esperan ver?
Ruinas.
Intento dejar a un lado esa visión, e imaginar cómo pudo ser este recinto en su inauguración. El brillo de sus mosaicos, su mobiliario, la decoración de sus paredes, sus techumbres.





14 de marzo de 2024

Con 3.342 metros, el volcán Etna es la mayor altura de la isla de Sicilia.

Desde el Refugio Sapienza no resulta una ascensión complicada (unos 1400 metros de desnivel y 16 kilómetros de distancia) peeeeeroooo, las condiciones meteorológicas, el tener que traer algo de equipo (por lo menos unas botas) y la obligatoriedad de contratar un guía, hizo que desestimáramos esta opción y nos conformáramos con ver el entorno desde una pequeña ruta circular entre pequeños cráteres por los alrededores del Refugio Sapienza. 

Crateri Silvestri Superiore y Crateri Silvestri Inferiori desde el Refugio Sapienza

Reportaje fotográfico.



En las inmediaciones del Refugio de Sapienza.














Cima del Monti Calcarazzi (2058 metros).








Crateri Silvestri Inferiori.

Taormina

Qué mejor manera de gastar la tarde que acercarnos hasta la bella Taormina y buscar las últimas luces en la orilla del mar.

Taormina fue fundada (396 a.C.) por fugitivos huíos de la colonia de Naxos (isla del mar Egeo). Más tarde fue tomada por Dionisio de Siracusa en el 392. Ya en el 902 la destruyeron los sarracenos.

La vieja ciudad se recompuso y hoy se compone de una larga calle en la que desembocan estrechas calles laterales y en donde casas, iglesias y palacios se apelotonan disfrutando de espléndidas vistas al mar y a la montaña.

Goethe la llamaría "El paraíso en la Tierra", si bien es verdad que cuando pasó el escritor por estos lares no habría la profusión de turistas que hoy tiene.

Taormina.

Teatro Grecorromano de Taormina

Tengo que reconocer que el teatro de Taormina era el principal y único motivo que tenía en mente a la hora de visitar esta pequeña ciudad.

No era un nuevo teatro, ya que se supone según las guías (y todos los reportajes leídos) que el de Taormina es el teatro mejor conservado y en el que podrás disfrutar de las mejores vistas desde su gradas (el volcán Etna y el mar).

Las grandes expectativas son difíciles de mantener cuando ya llevas un buen empacho de obras grandiosas y bellas, cuando ya has sufrido un stendhalazo y cuando vas algo cansado. Que las nubes no te permitirán ver la silueta del Etna no favorece y que tengas la consideración que más que un turista eres un billete y que la estética del lugar no importe un carajo, como no importa que la mitad de la gradería se encuentre llena de tubos y maderas, y que el escenario hago lo propio con andamios y plásticos.  

Teatro Grecorromano de Taormina.
Los expertos creen que comenzaron las primeras obras en la segunda mitad del siglo III. a. C. 
El ladrillo entrará en la época de César Octaviano Augusto (31 a. C.-14 d. C.).
Con la invasión de los árabes comenzaron los expolios que continuaran hasta que comiencen las primeras búsquedas en el siglo XVIII.
En el siglo pasado se realizaron varias ampliaciones, hasta que en 1955 se llevó a cabo una restauración total.
Vista frontal.
Puta manía de urbanizar los monumentos!!!!
Que lo rehagan de nuevo, que pongan asientos individuales de plástico, que le pongan una cubierta y que se lo vendan a un grupo de inversores para hacer macrofiestas!!!!!

Desde la parte superior, bonitas vistas.

El Teatro Grecorromano de Taormina, entre la montaña y el mar.
Taormina.
Playas de Taormina.

A pesar de todo.... el conjunto resulta espectacular.






Palacio Corvaja.
El sol y la buena temperatura invitan a callejear por sus calles.
Piazza IX Aprile.
La antigua iglesia de Sant´Agostino es ahora la biblioteca pública. 
Piazza IX Aprile.
Iglesia de Sant Giuseppe.
Torre dell'Orologio e Porta di Mezzo.

Piazza del Duomo de Taormina.

En Italia es difícil acceder a la playa. Más lo es desde Taormina por sus estrechas y retorcidas calles (y mucho más encontrar un lugar para aparcar).

15 de marzo de 2024

Catania

Se acerca el final del viaje.

La tarde anterior aparcamos el coche en las proximidades del hotel con intención de no volver a tocarlo hasta la partida.

Toca disfrutar plácidamente de Catania, de un capuchino con croissant en alguna terracita, mientras revisas los apuntes de "qué ver por Catania", de pasear por vía Etnea (girándose en cada esquina para encontrarse un Etna con aires invernales), de recorrer la vía Crociferi en la ruta de las iglesias y de rebuscar por intrincadas calles para descubrir tras un portón el Antiguo Teatro Romano.

Pocos días, los suficientes para una toma de contacto con una Sicilia actual, con su pasado que perdura en forma de piedra (siempre la piedra) y con las originalidades de cada época, de cada cultura, que nos sorprende y embelesa, dejándonos esa sonrisa bobalicona que tanto necesitamos.  

Catania suponía el relax, el final del viaje.
No había prisa y la temperatura era la ideal para disfrutar tu capuchino, a primera hora, en una terracita de Vía Etnea, mientras veías pasar a la gente camino de sus ocupaciones.
Suelo negro (roca volcánica) y cielo azul para resaltar la grandeza de sus edificios (que muchos necesitarían una mano de pintura).
Vía Etnea.
Y cada poco girándose para ver al Etna.
Basilica della Collegiata.
Piazza Universitá (al frente el edificio de la Biblioteca Regional).

Piazza del Duomo.
Fontana dell'Amenano

El mercado del pescado

El tronar del agua de Fontana dell'Amenano no impide escuchar un griterío propio de alguien que acaba de perder a un familiar muy querido.

Tras Fontana dell'Amenano, no hay un duelo, es el mercado del pescado y esos profundos y estridentes gritos la forma de ofrecer sus productos.

Algunos ponen sus productos sobre mesas portátiles, otros sobre cajas volteadas y hasta directamente en los cubos donde las han traído al mercado.
Peces espada decapitados, sepias, pequeños tiburones, sardinas, anchoas con una frescura que ofendería a todos los Mercadonas y Dias de nuestra ciudad. 

No entres en el mercado del pescado si no quieres mojarte los zapatos, o si te asustan los gritos.






El regidor local de Catania compró los paraguas al mismo vendedor que yo en Siracusa.
La Catedral de Catania.
Fachada de la Catedral de Catania.
Interior.

Teatro Romano

Vamos callejeando, con ayuda de Google Maps, pensando que no recibe correctamente la señal cuando le pedimos que nos lleve hasta el Teatro Romano.

Bien podría haber tomado Lewis Carrol la idea para su Alicia al cruzar la puerta del Teatro Antico.
Un pasillo nos trasporta del siglo XXI al siglo II en dos minutos (los que tardamos en comprar las entradas).



Unos pasillos interiores (en no muy bien estado) te permiten entrar a la cávea.
Al igual que el Teatro Romano de Cartajena (España) el de Catania se encuentra totalmente rodeado por edificios actuales.
El Teatro de Catania (siglo II d. C.) fue construido sobre una edificación anterior.
Tiene 80 metros de diámetro (capacidad para unos 5000 espectadores), ha conservado la cávea, la zona de orquesta y algunas partes de la escena. Construido con roca de lava del Etna y forrado con mármol que se reutilizaría para la construcción de la catedral.
Reconstruido, con vallas metálicas para no caerte y algunas gradas forradas que para nada ofenden al viajero.




Una foto para el recuerdo.



Exposición de Miró, "La alegría del color". 





La exposición de Miró se encuentra dentro del Museo de Emilio Greco
Obras de Emilio Greco.


Piazza Vincenzo Bellini.
Con la Fontana dei Delfini delante del Teatro Massimo Bellini.


La Naviera Grimaldi, con ellos fuimos a Cerdeña hace tiempo.
Por la Ruta de la Iglesias, terminando el día.


16 de marzo de 2024

El día de la partida.

Pero antes, el último capuchino, el último croissant y una visita a los altos de la iglesia de San Nicolò l'Arena para disfrutar de Catania a vista de pájaro y para despedirnos de nuestro amigo Etna.








Comentarios

Entradas populares de este blog

Alto Las Coronas desde La Velilla de Valdoré

Cueto Ancino en circular