Road Trip Mediterráneo II: Pont du Gard

Pont du Gard

29 de marzo de 2025

La visita al Pont du Gard podíamos hacerla al modo convencional, llegando con el coche hasta algunos de los parkings habilitados para la visita, o buscando un recorrido que nos permita acceder al Pont du Gard a pie, viendo el entorno y haciendonos una idea de la necesidad que tuvieron los romanos para llevarles a construir semejante tinglado (por supuesto elegimos la segunda opción).

Pont du Gard

El Pont du Gard es un puente del siglo I d.C. que forma parte del acueducto que el Imperio romano se vio en la necesidad de construir para abastecer de agua a la colonia romana de Nemasus (Nimes).

Una conducción hidráulica por gravedad de 50 kilómetros de longitud que llevaba el agua desde un manantial en Uzes hasta Nemasus y que para cruzar el actual río Gardon (el río Gardon y no el Gard, ya que no existe un río con dicho nombre, sino que el rio se forma por muchos afluentes, muchos de los cuales se llaman Gardon y que al final da en llamarse Gardon).

En 1985 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


Pont du Gard se encuentra cercano a la población de Remoulins.
Aparcamos algo más al norte, en la explanada de un restaurante próximo a Vers Pont du Gard.
Y comenzamos a caminar por una pista que corre por una gran planicie.
Chapelle de Saint Pierre (en mal estado).
Vamos bien.

Entramos a la cuenca donde esta Pont du Gard por una zona rocosa con bastante arbolado, donde destacan dos hermosos olivos.
Ya estamos en Pont du Gard.
Cabecera de uno de los lados.


Cuando te acercas es cuando aprecias su tamaño.
Como la mayoría de obras de ingeniería romana, Pont du Gard fue construido sin emplear argamasa. Las piedras, algunas de hasta 6 toneladas, se mantienen unidas mediante grapas de hierro.
Río Gardon.


El agua que corría por el acueducto lo hacía por gravedad. Tenía una pendiente de 34 centímetros en cada kilómetro, que viene a ser 17 metros de desnivel en los 50 kilómetros que recorría el acueducto desde la fuente hasta Nimes.
Por Pont du Gard pasaban 20.000 litros de agua diarios.
A partir del siglo IV se descuida su mantenimiento y los sedimentos inutilizan el acueducto, En el siglo IX ya resulta inservible, a lo que se une el expolio de sus piedras. Ya solo es utilizado el puente para cruzar el río, cortando parte de los pilares del segundo nivel para tener mas espacio de paso, lo que llevo a peligrar la estabilidad de la extructura.
En 1702 los pilares fueron restaurados a su grosor original para salvaguardar el acueducto. En 1743 se construyó un nuevo puente junto a los arcos del nivel inferior, de tal forma que el tráfico rodado pudiese cruzar por allí (a día de hoy solo se utiliza para cruzar los peatones).
Es por este puente adosado por el que hemos cruzado el río Garon y desde donde podemos ver el tamaño y envergadura de este puente.
Pont du Gard.
Desde este lado se aprecia bien el puente adosado del siglo XVIII.
Lado opuesto, donde se aprecia la grandeza de este puente.
275 metros de longitud (en el nivel superior) y 49 metros de altura.

Construido en tres niveles, con 49 metros de altura el nivel más alto tiene 275 metros de longitud.
Nivel bajo; 6 arcos, 142 metros de longitud, 6 metros de grosor y 22 metros de altura.
Nivel medio; 11 arcos, 242 metros de longitud, 4 metros de grosor, 20 metros de altura.
Nivel superior; 35 arcos, 275 metros de longitud, 3 metros de grosor, 7 metros de altura.
Sobre el tercer nivel discurre el conducto de agua, con un cajón de 1´80 metros de altura y 1,20 metros de anchura (con una pendiente de 0,4 %).
Un sendero nos permite alcanzar la parte alta del puente, el punto donde se une al acueducto.

Por supuesto cerrado, para que no te puedas meter.
Del otro lado un túnel con el que salvarían el monte.
Cruzado el túnel encontramos restos del acueducto.
El canal el acueducto.
De vuelta.
Volviendo por el puente del siglo XVIII.
La protuberancias que sobresalen de las arcadas sirvieron para unir los andamios y poleas necesarios para subir las piedras (hay que pensar en el tamaño de muchas de esas piezas, que alguna llega a pesar 6 toneladas).
De nuevo en la parte alta del puente, donde tomamos un nuevo sendero que nos lleva hacia el coche.
Por un bosque.
En el que separándonos del camino vemos los restos del acueducto ya muy naturalizados.
Consolidados con argamasa para que no se pierdan.


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