17 de marzo de 2025Un árbol!!!!!!
Un árbol es el que me ha traído hasta Pallide. Un árbol que vimos a lo lejos, mientras descendíamos del Pico de la Hoya hacia Reyero. Un árbol que destacaba al encontrarse aislado, bajo los escarpes de la ladera de una cima a la que no llegábamos a ponerle nombre, y que por su tamaño bien podría ser un potente ejemplar de tejo.
Entrar en el valle de Pallide siempre es un acierto. Ya vayas en busca de un árbol (como es el caso), ya sea para ascender alguna de las cimas que lo rodean o ya sea para marcarte una ruta con la bici.
El árbol, que no era un tejo, sino dos buenos ejemplares de sabina, se sitúa en la ladera este de la Peña Libiana, una cima altura discreta (1.543 metros) que cierra el valle por el norte y que forma cuerda con el Pico del Prado del Toro, dando cobertura en su flanco norteño al bosque de avellanos de Solle.
En casa, ante la pantalla del ordenador, diseño la ruta que me permita vagabundear por las alturas de Peña Libiana (reconociendo antes el árbol) hacia el Pico del Prado del Toro y de paso recorrer el avellanar de Solle.
Desde la cima del Prado del Toro lo propio sería pasarse a conocer una serie de cimas al norte del aislado pueblo de Orones (Pico Lasprón, Peña de Donín y Pico Covarrubias), que por sus posiciones, tienen que ofrecer buenas vistas hacia el embalse del Porta (y las dan por supuesto!!!!), conocer Orones (que nunca había entrado a ese pueblo) y si era factible, encaramarme a al peñón que siempre llama mi atención, por su potente fractura, cada vez que entro al valle de Reyero; el Peñón Libiana.
Día radiante, con temperatura agradable y con suficiente horas de luz como para deambular por cimas que te empujan hacia nuevos valles, que a su vez te tienden la mano para salir de ellos en busca de nuevos caminos.
Pallide, el primer pueblo cuando entras en el valle de Reyero desde la cuenca del Porma, es el inicio de la ruta de hoy.
Nieve y mucha agua, pero las praderías aún conservan la huella del invierno.
Peñón Libiana, el mogote calizo que había llamado poderosamente mi atención siempre que entraba en el valle.
Con más aumento, Peñón Libiana.
Vista atrás, ya fuera del valle, en las proximidades de la compuerta y aguas del embalse del Porma; El Peñaruelo o la Peña de San Pedro.
En su ladera se ve perfectamente un manchurrón que corresponde al tejo del Peñaruelo.
Mi camino continúa entre praderías, hacia las montañas del fondo.
Vista atrás, una parte del valle de Pallide.
De nuevo el Peñon Libiana mostrándose muy agresivo.
Una pequeña laguna originada por antiguas explotaciones mineras.
Ganamos altura y ganamos en vistas; el valle de Pallide.
Empiezan a aparecer muchas de las montañas que rodean el embalse del Porma y algo más alejadas las de la cuenca del Curueño.
En primera línea, Peña Armada (derecha) y el Peñón Libiana.
Panorámica.
He traspasado la arista del monte que tienen el árbol que busco (cuya cima se llama igual que el Peñón Libiana, pero con nombre de peña; Peña Libiana).
Mirando hacia el valle, veo el árbol algo más abajo de mi posición.
Al frente la collada de Linares, que daría paso al valle de Lois.
El árbol que vengo a conocer.
Dos plantas de sabina albar.
Una panorámica mientras me encamino hacia la cima de Peña Libiana.
El Susarón y el Pico Redondo y Pico Agujas.
Destacando a la izquierda Peña Valdorria, el Sáncenas con una buena capa de nieve, Peña Forcada (con su horqueta) y el Bodón.
De nuevo Peña Armada y el Peñon de Libiana llamando mi atención.
Con menos aumentos y más ángulo (ya empezamos a ver las aguas del embalse del Porma)
Los puertos de Linares.
La cuerda hacia el Pico del Prado del Toro.
Cima de Peña Libiana (1.543 metros).
Hacia el Pico del Prado del Toro.
Un corte por el norte no me permite descender hacia los puertos de Linares y desciendo hacia el oeste. Al mirar atrás tengo esta imagen.
Me vuelvo a encaramar en la arista de la cuerda Peña Libiana - Pico del Prado del Toro y paso por esta cima sin nombre.
Algunas de las cimas de Mampodre.
Una arista que se recorre estupendamente.
De nuevo el Susarón que ya me acompaña durante gran rato.
Hacia Orones.
Peñón Libiana.
Peña Armada y las cimas del Curueño.
Nueva panorámica.
La Polinosa (Mampodre).
Recorrer una cuerda de montañas te ofrece vistas a ambos lados.
A la derecha el valle de Solle, con el Susarón y muchas de las cimas de San Isidro.
A la izquierda el valle de Reyero con el Peñaruelo como máximo exponente.
Detalle del Peñón Libiana.
Desciendo de la arista en busca del camino que recorre el avellanal de Solle y a medio camino, entre mucha maturranga, me encuentro con un estupendo tejo.
El tejo y los Mampodres.
Ya por el avellanal de Solle.
Sin hojas en las ramas.
El bosque de avellanos de Solle es uno de los bosque de avellanos más grandes de Europa.
Bonita estampa con el Susarón.
Y mejor cuando ya tenemos a la vista el Pico del Prado del Toro.
Solle y su valle.
El valle de Puebla de Lillo.
En la cima del Pico del Prado del Toro (1.451 metros).
Hacia el sur, con la cima del Pico Lasprón en primer plano.
Hacia el este, con el Peñón Libiana muy diferente a como lo estamos viendo.
Tirando mucho del zoom, Peña Pintas.
Hacia el norte los Mampodres.
Pero la mejor estampa es hacia el Susarón.
Cima del Pico Lasprón (1.454 metros). Poco tiempo desde la cima del Prado del Toro a la del Pico Lasprón, que tiene unas vistas muy similares.
Peña Utrero que va dejando caer su arista hasta la forcada que el agua separa de la Peña Armada.
En segundo plano Peña Forcada y en un tercero Valdorria - Sáncenas.
El pueblo abandonado de Camposolillo a orillas del embalse.
Peña Armada y Peña Utrero.
Peñas de Doñín y Covarrubias, las cimas al norte de Orones.
Peñón Libiana, algo más cercano.
En la cima de Peña Doñín (1.401 metros).
El collado anterior a Covarrubias.
Las encinas se intercalan entre los robles.
Una oquedad que los pastores han empleado para guardar el ganado.
Vista atrás.
En la cima de Covarrubias (1.397 metros), con las cimas del Pico Lasprón y Pico del Prado del Toro.
Es Peña Armada la que ahora llama la atención.
Panorámica.
Hacia el Peñón Libiana.
Desde esta cima, a vista de pájaro, trazo el trayecto que me lleva hasta su cima.
Peñón Libiana.
Orones.
Orones.
Peñón Libiana, muy distinta a como la he estado viendo.
Vista atrás.
En la cima del Peñón Libiana (1.411 metros)
Desde esta cima se obtiene una vista espatarrante del valle de Reyero.
El pescado está vendido.
Ya solo queda descender al valle.
Peñón Libiana.
De vuelta en Pallide.
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