Fontañán, el Tour del Fontañán (ascendiendo desde Pola de Gordón, descendiendo hacia Olleros de Alba y cerrando círculo por la Robla con la bici)

Cima norte del Fontañán

13 de Enero de 2022

Si, resulta complejo coger la bici, meterla en el coche y desviarse de la ruta para ir a colocarla en el punto adecuado (y sobre todo esperar que esté cuando llegues).

Pero no tener que volver por el mismo camino, ampliar horizontes y disfrutar de un descenso y pedaleo relajado al final de la ruta no tiene precio.

Un nuevo duatlón por las tierras de Gordón. Un ascenso partiendo desde Pola de Gordón por el marcado y balizado sendero que nos conduce magistralmente entre praderías (hoy teñidas de blanco) y bosquetes de encinas hasta un gran robledal que cruzaremos mientras ganamos altura, para entrar más tarde en el mundo de las hayas y praderas de altura. Un último esfuerzo, por terreno pindio, nos lleva hasta la arista y de allí a la cima.

Y en esta, un recuerdo en forma de trincheras, parapetos, puestos de tirador y una casamata de la Maginot Cantábrica que tuvo en la cima del Fontañán notable importancia.

La mañana avanza y con ella nuestros pasos hacia la vertiente opuesta, donde el tibio sol del invierno entibia mi cuerpo.

Por un paisaje distinto (brezal) desciendo hasta la base de la Miezca, montaña gemela en altura que le cubría el flanco derecho al Fontañán y donde guarda similares recuerdos de guerra en su cima.

El Collado Yeguas nos da paso al barranco por donde discurren las aguas del arroyo de San Martín. Un arroyo hoy de aguas rápidas que en su día rompieron las placas que cierran el valle y por donde labraron un paraje con traza similar a los Calderones de Piedrasecha (algo más discretos).

Bueno es ver que la bici continua en su sitio. Ahora el trayecto se vuelve más dinámico, por las primeras rampas que nos llevan por el valle de Olleros hasta La Robla y más tarde por la un tanto peligrosa N-630 hasta Pola de Gordón y el aparcamiento donde dejé esta mañana el coche.

Si, si que vale la pena.