Pico la Crespa - Peña Valgueiro - El Picón y Peña Redonda desde La Riera (Babia) descenso por el valle de Fuenfría

Las cimas de El Picón y Peña Redonda sobre el valle de Fuenfría

25 de Febrero de 2022

Mañana de nieblas, tarde de paseo.

Pero no esperaba estar de tarde por Las Vegas de La Penouta y por supuesto no quería hacer una subida a La Penouta bajo la niebla sin ver nada. Por eso, cuando entro en El Puerto (Santa María) y veo que toda la zona se encuentra bajo la niebla (cuando el resto de Babia está despejado), doy media vuelta, salgo del influjo de la niebla y aparco en una curva para decidir lo que haré.

La Riera de Babia y el valle de la Fuenfría.

Creo que La Riera y su valle son los olvidados de Babia. Próximos (más bien pegados) a Torre de Babia y a su valle (y sobre todo a la Laguna de las Verdes), apenas recibe visitas de montañeros, ni caminantes y mira que el valle de la Fuenfría es guapo, guapo, con las esbeltas y agresivas cimas que lo escoltan.

Entro en el valle por una cómoda pista que continúa bajo los cantiles del Pico de la Crespa hacia la cabecera del valle. Pero al momento la dejo para seguir por la arista que conduce hacia la cima de la Crespa.

Una subida intensa y rápida que da espléndidas vistas hacia la cabecera del valle con Peña Redonda y el Montihuero y sobre todo, un balcón hacia todo el valle de San Emiliano y Cabrillanes escoltado por la más sureña Sierra de Villabandín.

Unos resoplidos más y alcanzo la cima del Pico de La Crespa bajo un resplandeciente día de sol (el mismo que a esa hora ya baña también la cima de La Penouta).

Y ahora?

Ahora, un vagabundeo por la cresta que desde la cima del Pico de La Crespa y por las cimas de Peña Valgueiro y El Picón me lleva hasta Peña Redonda.

Un recorrido que por las fechas tendría que estar inmaculado, pero con esta pertinaz sequía tiene menos nieve que el carrito de un heladero.

Un recorrido que permite ir descubriendo algunas de las cimas emblemáticas de esta Babia que me cautiva y sobre la que uno siempre jura volver.

Sobre la cima de Peña Redonda decido hacer una parada más larga, para empaparme de este paisaje tan lunar, sin árboles, pero sin la agresividad de Picos, por el que uno puede caminar enlazando valles y cimas en busca de sus preciados lagos y lagunas.

Hasta que el viento me deja helado y me obliga a descender en busca de refugio en el valle de Fuenfría que ahora si recorreré en toda su largura.