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Fernando, Cruz, Cristina y Pepe en el Coliseo. |
Marzo de 2022
La culpa la tuvo Cristina.
Un viernes, a la hora de las cañas, nos tropezamos con Fernando y Cristina y ante unas cervezas Cristina nos espeta a bocajarro:
-Nos vamos a Roma, os venís?
Más tarde, a media noche, con unas cuantas birras encima, estamos delante del ordenador sacando un par de billetes para Roma.
Dos horas y media de coche, otras dos de avión y una primera pateada para dejar atrás nuestra zona de confort y comenzar a recorrer las mismas Vías por donde las sandalias romanas caminaron hace dos mil años.
Un viaje a un tiempo pasado y a otro no tan pasado, por una Roma de calles estrechas y destartaladas, donde en cada esquina aparece un pedrusco que bien serviría para levantar un museo y donde sus iglesias (también una en cada esquina) nos sorprenden con el poderío y grandiosidad de sus naves recubiertas de gloriosas pinturas.
Y en todo momento acompañados por miles y miles de turistas (como nosotros) que dan vida a esta Ciudad Eterna.
Las fotos en Google
14 de Marzo de 2022
El camino hacia el Vaticano podía ser un trayecto anodino e insustancial, pero en Roma (por lo menos en el centro) todo es esplendoroso y los quince o veinte minutos empleados en el trayecto será un abrir de ojos hacia los tesoros que nos esperan.
Puente y Castillo de San'Angelo.
Ponte Vittorio Emanuele II.
Puente y Castillo de San'Angelo.
Entando al Vaticano por Vía Crescenzio.
En la Plaza de San Pedro, donde las columnas en forma de brazos reciben al peregrino.
Plaza de San Pedro
Museos VaticanosDesde la entrada las obras y el propio recinto es grandioso.
Nuestra cabeza se mueve como un ventilador, hasta que decidimos sosegarnos y caminar en busca de las obras que teníamos en cartera.
Patio de la Piña y la Esfera de Pomodoro.
Al frente con la gran Piña y en el centro del patio está la Esfera de Pomodoro. Una gran esfera dorada en cuyo interior hay otra de menor tamaño.
Existen diferentes interpretaciones obre la intención del artista: una primera y más simple que nos muestra las diferentes capas de la Tierra y una segunda y más negativa donde se muestra los daños que el humano le ha provocado (en concreto los que causó la Segunda Guerra Mundial al mundo).
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Fernado ayudando a que el Mundo siga su curso |
Una particularidad de esta obra es que puede moverse. Si uno la empuja, la esfera más grande gira sobre su propio eje
Ya lo pregunté en otra ocasión cuando visitaba el British Museum: para qué sirve un museo?, cuál es el motivo de que queramos visitarlos?
Y la razón (para mí) no es otra que recordar. Recordar aquellas enseñanzas que recibimos en insti, cuando nos hablaban de viejas culturas y de las manifestaciones en forma de arte que aquellos pueblos fueron dejando a su paso y que algunos aprovechados han ido robando para sus colecciones privadas, como la momia tan bien conservada en esta vitrina y dentro de la colección de objetos del Antiguo Egipto.
Momia y vasos canopos (donde se depositaban las vísceras embalsamadas).
Tablilla con escritura cuneiforme.
Alegoría del Rio Nilo.
Obra de autor desconocido realizada en mármol blanco, donde se muestra a un río Nilo representado como un anciano que aparece recostado sobre una esfinge y porta un cuerno de la abundancia y los símbolos de la tierra que fertiliza.
Rodeado por cantidad de niños que trepan sobre su cuerpo y que juegan con fieras.
Alegoría del Río Nilo.
Sala en la que se encuentra.
Detalle del mosaico.
Laocoonte y sus hijos.
Ejecutada en mármol blanco y a mayor tamaño del natural, representa la muerte del sacerdote troyano Laocoonte, castigado por los dioses a morir estrangulado por serpientes marinas junto a sus dos hijos.
Torso del Belvedere.
La Sala Redonda.
Una sala circular con una cúpula que imita a la del Panteón de Agripa. En el centro de la sala, un gran cuenco de pórfido.
Galería de los Mapas.
A falta de Coogle maps, los que tenían recursos (y en este caso espacio) podían disfrutar de los dibujos del fraile y geógrafo Ignazio Danti.
Capilla Sixtina
Poco se puede añadir a lo ya dicho sobre la Capilla Sixtina, la obra cumbre de Miguel Ángel Buonarroti.
Aún así, me resulta necesario hacer dos apuntes;
A pesar de que tuvimos todo el tiempo que quisimos, la gente, la luz y que la bóveda esta bastante alta, no te permite apreciar la pintura. El cuello se cansa, hace calor y repito las pinturas están para mi gusto muy alejadas.
Los stendalazos que suelen darme (en forma de nerviosismo de nos saber por donde empezar a mirar) cuando me enfrento ante ciertas obras de arte, no se presentaron.
Un segundo apunte, algo más humano y vulgar: la frase continuamente repetida de los vigilantes de "no foto, no vídeo", a la vez que todos nos afanábamos en hacer una un poco decente.
Una foto sin flash no afecta a las pinturas, la prohibición es por motivos económicos (que les compremos sus fotos).
En la antigua Roma, Pontífice era el funcionario que tenía a su cuidado el puente sobre el Tíber, el río sagrado. Mucho ha variado a lo lago del tiempo la tarea pontifical y raro se me hace que la pala y piqueta que encontramos en esta vitrina fuera utilizada como tal por alguna de sus eminencias. Las Estancias de Rafael.
Uno de los mejores artistas del Renacimiento Raffaello Sanzio, fue el encargado de decorar cuatro salas que se conocen como las Estancias de Rafael.
El cansancio se va notando y después de la Capilla Sixtina no podemos seguir manteniendo toda nuestra concentración. El cuello comienza a molestar en esta jornada maratoniana, aún así Cruz saca su "chuleta" y nos esboza cuatro pinceladas imprescindibles en la obra de Rafael.
Batalla en Puente Milvio, Estancia de Constantino.
Bóveda en la Estancia de Constantino (mira la profundidad de campo).
Batalla en Puente Milvio entre Constantino y Majencio, Estancia de Constantino.
Fragmento de la Visión de la Cruz, en la Estancia de Constantino.
La escuela de Atenas, perteneciente a la Estancia del Sello.
Estancia del Incendio del Borgo.
Estancia del Incendio del Borgo.
Algo tan prosaico como la alimentación dentro de los Museos Vaticanos también resulta grandioso 😂😂😂
En la Pinacoteca. La Trasfiguración de Rafael.
En la Sala de los Carruajes.
Escalera Helicoidal.
A la salida de los Museos Vaticanos, encontramos esta escalera helicoidal inspirada en la escalera de Bramante que fue diseñada en el siglo XVI por el artista Donato d`Angelo Bramante (1444-1514) que no está abierta al público.
Se trata de un aprovechamiento del espacio, ya que no es una escalera sino dos (se ve perfectamente ya que solo se permite el carril de bajada, quedando vacío el de subida)
Aparte de pequeños pajarillos tipo gorriones, por el cielo del Vaticano y Roma vuelan gran número de gaviotas patiamarillas, cornejas cenicientas y cotorras de Kramer como la que sorprendemos alimentándose con los frutos del aligustre.Hora de marchar, con una Plaza de San Pedro ya más despejada.
Una foto para el recuerto.
Cruzando uno de los puentes sobre el Tiber.
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