Roma: Trastévere

Piazza di Santa Maria

 

Seguimos batiendo récords y reventando las estadísticas con el  podómetro del móvil.

Resulta fácil caminar y caminar cuando los atractivos son tantos y tan variados.

Quedamos con nuestros amigos en Piazza Venezia para cruzar ante el monumental edificio de Victor Manuel II y encaminarnos hacia Piazza Campidoglio, espacio coqueto, elegante y lugar donde se encuentran los Museos Capitolinos (que no entramos).

A partir de este, como en el juego de la oca, vamos saltando del Teatro de Marcelo, al barrio judio, al Mercado de Fiori y como en una gran jugada, cruzar el Tiber por el Puente Sisto y entrar en el Trastévere para seguir callejeando por sus estrechas y destartaladas callejuelas.

Las fotos en Google.

Monumento Victor Manuel II

Piazza Campidioglio.
Diseñada por Miguel Ángel, su acceso es mediante una rampa escalonada, flanqueada por dos leones egipcios de granito y dos gigantescas estatuas de Cástor y Pólux.

En el centro, una estatua ecuestre de Marco Aurelio y al frente el Palacio Senatorio (sede del Ayuntamiento de Roma), en cuyo frente cuenta con una doble escalinata, donde una fuente tiene una hornacina que aloja una imagen de la diosa Minerva, que resulta desproporcionada ante las esculturas que la escoltan y que representan a los ríos Tiber y Nilo.

Cierra el conjunto al norte el Palacio Nuevo y al sur el Palacio de los Conservadores. 

Guarda un último secreto la Piazza Campidoglio; en la esquina norte del Palacio Senatorio, existe una copia de Luperca o Loba Capitolina, la loba que según la mitología roma amamantó a Rómulo y Remo.

Dos leones egipcios de granitos flanquean la entrada a la escalera de acceso a Campidoglio. 
Rampa escalonada.
Estatuas de Cástor y Pólux.
Piazza Campidoglio.
Estatua ecuestre de Marco Aurelio
Palacio Senatorio.
Ante la fuente donde se sitúa la diosa Minerva.


Piazza Campidoglio.

Luperca o Loba Capitolina.
Es una copia, el original se encuentra en los Museos Capitolinos.
Desde la trasera del Palacio Senatorio se tienen buenas vistas del Foro Romano.  


Teatro Marcelo
Promovido por Julio Cesar y finalizado por Augusto que le puso el nombre de su sobrino fallecido.
Se considera uno de los primeros espacios escénicos permanentes. La cavea (las gradas donde se sentaban los espectadores) tenía 129,8 metros de diámetro y podía albergar entre 15.000 y 20.000 espectadores.

Siglos después de su construcción, sobre sus ruinas levantaron algunas familias pudientes edificios de viviendas (hoy deshabitadas).
El teatro no se puede visitar por el interior.


Pórtico de Octavia.
Un templo deslucido, al encontrarse rodeado de edificios y con el que en otro lugar bastaría para hacer de él solo un museo.




El Ghetto, el barrio judío de Roma.
Siguiendo por las estrechas calles que rodean al Pórtico de Octavia, entramos en el barrio judío. Solo es preciso fijar tu atención en los carteles de sus restaurantes o en el aspecto de sus vecinos para darse cuenta que estás en el barrio judío.

Barrio judío romano.
Dirigiendo una oración colectiva.
Restaurante Kosher.

Campo dei Fiori.
Según nuestra guía, una de las plazas más animadas por su particular mercado (sobre todo de flores)

Encontramos un mercado colorista pero casi desierto.


Tendrán limonchelo???


Y con pocos puestos de flores.

Ese mismo día comeríamos alcachofas fritas. 

Río Tiber.

Puente Sisto, por el que entramos al Tratévere.

Piazza Trilussa.
A esta hora vacía. Volveremos otro día, al atardecer, cuando esta repleta de gente escuchado las actuaciones callejeras.   

Tratévere.
Uno de los barrios más afamados de Roma, de calles estrechas, fachadas pintadas en ocres, tiendas artesanales y tabernas bohemias.
Por sus estrechas callejuelas hasta la colina de Gianicolo, donde se tienen unas de las mejores vistas de Roma y donde cada mediodía se dispara un cañón para que todas las iglesias de Roma puedan tocar las campanas al unísono.





Hora del café.
Street art 

Piazza di Santa Maria.
Interior de la Basílica di Santa Maria.
En la cabecera un mosaico del trono celestial (siglo XII).


Casa Augusto, donde comimos.
Pocos quedan de estos.
Hora de la siesta.


Mausoleo Osario Garibaldino.
Roma, desde la colina del Gianicolo.
Fontana dell'Acqua Paola


Fontana di Trevi.
Templo de Adriano.
Final de día.

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