Susarón, arista este

El Susarón con su larga arista este, visto desde la cima del Pico del Prado del Toro

9 de Junio de 2022

Una mañana radiante, quizá demasiado radiante.

Es la quinta vez que asciendo al Susarón por su arista este y tres han sido de tarde y la cuarta bajo la niebla. Por lo que, es como si la ascendiera de primera vez.

Continuo con las cimas del Porma y creo poder decir con toda propiedad que el Susarón es la cima reina del embalse. Por su situación de montaña independiente, por la blancura de su caliza que asemeja a una catedral (gótica, por supuesto) y por sus líneas, en especial por su arista este.

Sin la llegada aún de los veraneantes que le llenen de gritos y alegría, Puebla de Lillo se despierta lentamente, como cualquier pueblo de montaña, desperezando la larga noche y mirando tranquila y serenamente a un nuevo día.

Dejamos nuestro coche en Puebla y caminamos por la carretera hasta superar el depósito de sales, donde encontramos el final de la arista del Susarón.

Y a partir de ese punto, toparriba, siguiendo la arista y aprovechando las trazas dejadas por el paso de otros montañeros. Un recorrido que desde los primeros pasos te brinda unas vistas increíbles hacia el valle de Lillo, al de Redipollos y al macizo de Mampodre.

Un recorrido disfrutón, que haremos sin prisas, reconociendo cimas, contando aventuras pasadas y hasta con tiempo para disfrutar de esos momentos de tranquilidad, de soledad tan necesarios.

Y en todo momento un embalse pletórico de aguas que hace más armónico el paisaje, donde las cimas de Peña Armada y Peña Utrero son sus protagonistas junto al pequeño estrecho formado entre sus aristas.

La arista finaliza cuando vemos la cima geminada y el canuto del vértice en la principal.

El pescado esta vendido.

Vista atrás para ver nuestro camino y para apreciar los desplomes de la cara sur.

Solo resta el descenso, por la normal de la ladera noroeste el busca del valle y de la pista que nos lleva directamente al Madrid donde nos espera un cerveza bien fría.