Ruta de los Castillos del Curueño ( ruta BTT)

Castillo de San Salvador de Curueño (Sta. Colomba de Curueño)

 22 de septiembre de 2022

Muy atrevido por mi parte hablar de la "Ruta de los Castillos del Curueño", cuando el muro más grande de cualquiera de ellos no supera, ni por asombro, la mitad del cerramiento de cualquiera de los chalets que podemos encontrar a lo largo de la ribera del Curueño.

Pero durante la Edad Media, estas poderosas construcciones se levantaron con objetivo de prestar vigilancia y dar protección a los pueblos circundantes, así como a los peregrinos que caminaban por la antigua calzada romana (a orillas del río Curueño) que servía de unión con las vecinas tierras asturianas.

En Santa Colomba de Curueño se habla del castillo de San Salvador de Curueño, uno de los más antiguos de León y cuyas ruinas han permanecido ocultas bajo la maleza hasta hace un par de años que se procedió a su desbroce.

Su posición (al este del pueblo y al otro lado del río Curueño) sobre un montículo, le permitía comunicarse mediante señales de humo con el castillo de Aviados, que a su vez lo hacía con el castillo de Peña Morquera y este con el castillo de Montuerto.

El castillo de Aviados, que fue propiedad de la casa Guzmán, se encontraba situado en una posición inexpugnable sobre un promontorio de roca caliza y contaba con tres recintos amurallados rodeando un torreón rectangular situado en la cima.

El de Montuerto se situó a la entrada de las Hoces de Valdeteja, en la orilla izquierda del río y sobre un escarpe que dominaba la antigua calzada romana. 

Tres castillos (del de Peña Morquera no encontramos ni rastro), un río y la escusa perfecta para coger la bici y comenzar a pedalear.

Aparco en Santa Colomba de Curueño, cruzo el río y subo a pie (una pista pedregosa y con mucha endiente desaconseja subir en bici) siguiendo las señales hasta la Ermita de San Tirso (construida con la piedra del castillo) y superando un escalón más alcanzo la meseta donde se encuentran las ruinas del castillo de San Salvador.

Estupenda posición estratégica y estupendas vistas al valle. Pero no así hacia el castillo de Aviados (si podrían verse señales de humo en días de poco viento).

Vuelvo a Sta. Colomba y comienzo la ruta en bici que por carretera lleva hasta la Mata de Curueño y Pardesivil, donde tomo una pista a la derecha que conduce a través de un espléndido robledal (y siempre en subida) hasta el Pistón (la que une Campohermoso con el Alto de Castrillino) para luego, después de rodar unos kilómetros por ella, comenzar un alocado descenso hasta Campohermoso.

Retrocedo por carretera hasta Aviados, donde me esperan las ruinas del castillo de Aviados. Presidiéndolo todo, con el pueblo a sus pies y con la elegante arista rocosa que finaliza en la cumbre de Peña Galicia como telón de fondo.

Aviados, Campohermoso y La Vecilla quedan atrás y sigo por el valle del Curueño que se estrecha entre las peñas que parecen cortarle el paso.

Para entrar en Montuerto vuelvo a cruzar el Curueño. Aparco la bici y continuo por un camino paralelo al río que pronto toma altura y nos deja en una pequeña explanada donde las ruinas del castillo de Montuerto sueñan con días más gloriosos.

Sus deteriorados muros sirven como cerramiento de un antiguo cementerio y bajo el lado sur corren los restos de una antigua iglesia. Pero lo que llama poderosamente la atención, son las imponentes Peña Morquera y Peña de Santiago que se baten en duelo, con sus cimas de cuarcita oscura, contra la blancura de la caliza de Peña Valdorria.

No hay castillo, al igual que no lo había ni en Sta. Colomba, ni en Aviados, pero el entorno bien vale el esfuerzo de acercarse hasta aquí. Monte y montaña a orillas del río Curueño.

La vuelta por carretera hasta La Vecilla y desde esta, siguiendo el valle hasta volver a Santa Colomba. 


En río Curueño en las proximidades de Santa Colomba de Curueño.
Hace un par de años se procedió al desbroce de los matorrales que ocultaban el castillo y se colocaron carteles informativos.
Un camino muy agradable.
Ermita de Santa Ana.
Siempre lo digo: no existe mejor cantera que un castillo abandonado.
Castillo de San Salvador de Curueño.

Excelentes vistas al valle
Pero sin visión directa hacia el castillo de Aviados.
Detalle del aljibe.

Santa Colomba de Curueño.
Valle del Curueño.
Llegando a Pardesivil, con las primeras cimas del Curueño al fondo.
Es en Pardesivil donde dejamos la carretera para tomar una pista a la izquierda junto a la iglesia.
Por un camino muy agradable.

Que sube sin interrupción por dentro de un robledal.
Hasta que llegamos al Piston (la pista que une Campohermoso con el Alto de Castrillino).
Al frente el Correcillas.


Siempre descendiendo hasta las inmediaciones de Campohermoso.
Entrando en Aviados con el castillo presidiéndolo todo.
Aviados desde el alto.
Las ruinas del castillo de Aviados.
Fue propiedad de la casa Guzmán y resultó destruido por orden de Carlos I al término de la revuelta comunera como castigo a su dueño por su participación.

Situado en el alto, contaba con tres recintos amurallados que rodeaban un torreón rectangular.
Peña Galicia.

Escuela de escalada de Aviados.
La Vecilla.
Estación de tren de La Vecilla.
Montañas del Curueño.
Valdepielago.
Peña Cernadera, en las estribaciones de Prado Llano.
Valdorria.
Prado Llano.
Cruzamos el Curueño para entrar en Montuerto y al mirar atrás vemos dos peñas imponente a pesar de su discreta altura.
Montuerto encerrado en el falso circo de Prado Llano.
Peña San Froilán y Valdorria.
El valle.
Las ruinas del castillo de Montuerto.
Situado sobre el río Curueño, domina la antigua calzada romana que comunicaba la Meseta con Asturias a través del Puerto de Vegarada.
Ruinas del vastillo de Montuerto.
En su tiempo utilizado como cementerio.
Buenas vistas de Nocedo de Curueño.
Bajo los restos del castillo, más restos correspondientes a una antigua iglesia de estilo gótico.
La muscular.
La vuelta: Torreón de La Vecilla.


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