Robles centenarios del Rabizo (BTT León - el Rabizo - León)

Uno de los robles centenarios del Rabizo

 

6 de octubre de 2022

Un recorrido de mañana, con ánimo de estar a medio día delante del plato.

Por ello, comienzo a pedalear antes de que salga el sol, esperando que la hora azul (los momentos anteriores y posteriores a la salida del sol) me sorprendan dentro del carril bici del Torio y me permitan disfrutar de ese instante rodando sin más distracciones que mantener un pedaleo constante.

Voy dejando atrás Villanueva del Árbol, los dos Villaverdes, Palacio y Abadengo, para hacer una primera parada ante el tímpano del desaparecido monasterio de San Julián y Santa Basilia, donde un precioso Agnus Dei preside una de las ventanas laterales de la iglesia de San Julián.

Cruzo el Torío para entrar en Garrafe, donde cambio el asfalto por una pista que sube continuamente hasta la laguna de Fontanos. 

Sin una gota de agua, la laguna de Fontanos pasaría desapercibida si no supiera de su existencia.

Continuo rodando y alcanzo los altos de Fontanos que dan unas vistas estupendas hacia el primer frente de montañas, hasta que entro en la espesura del pinar del que ya no saldré hasta alcanzar el Alto del Rabizo, donde el otoño parece que se ha instalado.

Un rápido descenso, por una vieja carretera y otro tramo de pista, me coloca delante del cartel informativo de los robles centenarios del Rabizo.

Una docena de viejos robles (unos 250 años, más o menos según el cartel) se entremezclan con los pinos de repoblación en una ladera que cae hacia la carretera que sube desde la Robla al Rabizo.

Un grupito de árboles que ha sobrevivido al hacha y que ahora han sido puestos en valor gracias a un pequeño recorrido balizado que sale desde La Robla.

Interesante, pero nada que ver con el robledal de la Cota de Almanza, o con cualquiera de los ejemplares que podemos encontrar dentro de los hayedos de Becenes o de Mirva - Rabanal, por poner un ejemplo.

La vuelta, retornando hasta el Alto del Rabizo donde tomo una pista que corre por los Llanos de Valderrubias, una meseta despejada de árboles por donde el camino va perdiendo altura camino del valle de Riosequino y que será el tramo más disfrutado de la mañana hasta que, casi al final, se embarranque y se trasforme en un camino roto con gran cantidad de cantos rodados que me obliga a bajarme de la bici.

Riosequino, Villaquilambre, Villaobispo y León donde cierro el círculo. 


Son tantas las ganas de pedalear que no puedo esperar a que amanezca.
Por el carril bici del Torío
Atrás quedó Villanueva del Árbol, los dos Villaverdes, Palacio y Abadengo, cuando entramos en Ruiforco de Torío donde hemos de hacer una breve parada ante la iglesia de San Julián.
Iglesia de San Julián (Ruiforco de Torío)
Donde podemos admirar el bello tímpano perteneciente al desaparecido monasterio de San Julián y Santa Basilia, fundado en estas tierras en los primeros años del siglo X por el caballero Rumforco al cual se le encomienda la repoblación de esta zona.
Dos ángeles, de cabellos rizosos y carrillos hinchados, sujetan en una patena la figura del Agnus Dei, representado según las fórmulas de la época con la pata doblada y sosteniendo con ella un estandarte con la cruz.
Río Torio desde el puente que nos acerca a Garrafe de Torío.
Iglesia de Garrafe de Torío.
El pequeño puente que nos ayuda a cruzar la vía del tren.
Hacia la laguna de Fontanos.
En cuenta y por un magnífico robledal.
Laguna de Fontanos. 
En estas fechas lo propio es que no tenga ni gota de agua.
El mirador en las proximidades de Fontanos.
Con unas vistas estupendas hacia un grupo de cimas de la Montaña Central.
Los pinares no tienen la magia de los bosques caducifolios, ni un pistón de este tamaño es agradable a la vista, pero la luz, el momento, el silencio, que solo es interrumpido por el canto de los pájaros, hace que pedalear por estos espacios valgan la pena. 

Antigua carretera (en desuso) en el Alto del Rabizo.
El otoño que se nos viene encima.
Roblones centenarios del Rabizo.
Son un puñado de viejos robles (una docena) que no fueron cortados y que han permanecido dentro de la repoblación de pinos.
La vuelta desandando el camino hasta el Alto del Rabizo.
Para buscar una pista que me lleva hasta....
... los Llanos de Valderrubias, una meseta sin apenas vegetación que es cruzada por una pisa que va perdiendo altura hasta llegar al valle de Riosequino.
Valle de Riosequino.
Por el que pasé no hace mucho tiempo.
Iglesia de Riosequino de Torío.
Los Cuatro Elementos (Poligono de La Lastra - León).


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