Eremitorio de Gundisalvo
Ermita (cueva) de Gundisalvo |
29 de noviembre de 2022
Después de la visita a las Cuevas Menudas, lo propio era dedicar una tarde para acercarnos hasta los altos de Las Lomas, en las inmediaciones de Villaobispo de las Regeras, en busca de la ermita de Gundisalvo, otra cueva-ermita de estilo mozárabe del siglo X, según cita Gomez Moreno en su libro "Iglesias Mozárabes".
Buen lugar eligió Gundisalvo. Colgado como un nido de águila la cueva-eremitorio, da estupendas vistas de toda la meseta donde se asienta la capital, vislumbrándose hasta las lejanas cimas de la Sierra del Teleno.
A diferencia de las Cuevas Menudas, apelotonadas en el cantil de Villasabariego, el eremitorio de Gundisalvo gozaba de soledad, donde en teoría el monje eremita podía llevar una vida aislada para poder meditar.
Y digo en teoría, porque según un texto que he podido rescatar de Don Claudio Sánchez Albornoz, el ermitaño Gundisalvo llevó a su cueva a una hija de la perdición que mancilló la vida del eremita (enteradas las autoridades, el monje y la moza fueron paseados por la ciudad montados en un burro sobre el que se les vapuleaban a vergazos).
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