Castillo de Cornatel
Castillo de Cornatel |
Siempre que escucho la expresión "nido de águilas" me viene a la cabeza la imagen del castillo de Cornatel.
Una de las primeras incursiones por el Bierzo, a principio de los 80, nos llevó hasta las ruinas del castillo de Cornatel, donde abriéndonos paso entre la vegetación, accedimos a su patio y desde este al alto de sus murallas, donde verificamos como el castillo de Cornatel se yergue sobre un risco como un autentico nido de águilas.
A pesar de la impresión causada, el castillo pasó a ser uno de esos lugares que están ahí y que por pereza o porque siempre hay un sitio nuevo, no vuelves a visitar.
Hoy he vuelto al antiguo castillo del primer conde de Lemos (que heredó de los templarios y estos a su vez, de un antiguo castrum romano que protegería la explotación de las Médulas).
Las herencias mal repartidas y el añadido del tiempo, dejó el castillo en las ruinas que nosotros conocimos, pero en el 2002 la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León y la Diputación de León proceden a su restauración, evitando el deterioro y dejando un castillo de película.
En lo alto de sus muros, sobre la hoya berciana y con los Montes Aquilanos a mis espaldas, he intentado imaginar el paisaje acorde al tiempo en que el conde de Lemos se asomaba a los ventanales de la Casa Colgante (mandada levantar por el conde durante la reconstrucción del castillo después de ser destruido fruto de las revueltas de los Irmandiños), sin poblaciones, sin carreteras y con un bosque fragoso rodeando el castillo.
Difícil hacerse una idea sin tener que recurrir a los recuerdos de las típicas películas de la Edad Media. Pero recorrer el restaurado castillo de Cornatel sirve para hacerse una idea de como era un punto defensivo como este; el patio, la torre del homenaje, las distintas dependencias y los ventanales y aspilleras desde donde busco posibles asaltantes.
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