City Break Atenas: Cementerio Kerameikos
Cementerio Kerameikos |
Un dato geográfico nos pone en contexto: el río Eridanos era el tercer río en tamaño de la antigua Atenas, donde ya desde tiempos prehistóricos los habitantes del lugar se acercaban a sus orillas para enterrar a sus muertos.
Sería también en ese lugar donde los ceramistas y alfareros se asentaron para aprovechar los depósitos de arcilla que el río acumulaba en sus orillas.
De esos ceramistas, es de donde tomará nombre el cementerio Kerameikos (el cementerio del Cerámico), la mayor necrópolis de toda Grecia.
Se cree que en el siglo XI a.C., el cementerio Kerameikos se extendía desde el límite noreste del ágora hasta el bosque en el que siglos más tarde Platón fundaría su academia.
Después de las Guerras Médicas, en el 478 a.C., Temístocles mandó levantar un muro que separara el Ágora del barrio de los ceramistas, lo que provocó que durante los siglos IV a.C y VI d.C., las viviendas de extramuros fueran abandonadas y la zona fuera utilizada como cementerio de la ciudad en la que se enterraban los soldados muertos por la patria y los ciudadanos adinerados de Atenas.
Mucho tiempo tuvo que pasar hasta que en siglo pasado, con motivo de la construcción de la carretera que uniría Atenas con el puerto del Pireo, se comenzaron a descubrir los restos funerarios del cementerio de Kerameikos.
Años después el gobierno adquiere los terrenos y comienza las excavaciones.
Todo el esplendor que tendría el Cementerio Kerameikos queda reducido a una gran explanada de ruinas, donde la Gran Avenida de Tumbas no es más que un pasillo entre piedras y donde el toro de mármol de la tumba de Dionisos de Kollytos llama de inmediato nuestra atención.
Aún así, resulta placentero caminar por los distintos pasillos de Kerameikos, sin los barullos de la Acrópolis, viendo como desde la eternidad todo aquel que podía buscaba la manera de que le recordaran.
"Quisiera que alguien me esperara en algún lugar"
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