La Mira y la Turria en circular partiendo de Matalavilla y pasando por las brañas de Zarameo y la Seita

Algunas de las cimas del Alto Sil desde la cima de La Mira

2 de mayo de 2023

Bonita circular que me he marcado para ascender una de esas cimas del Alto Sil que tan buenas vistas dan y que los lugareños gustan de llamar Miros. En este caso femenino: La Mira.

Un recorrido donde será preciso dejar la bici colocada en un punto estratégico afín de poder cerrar el círculo de manera más dinámica (de camino a Matalavilla -Pasando por Palacios del Sil y viniendo de Villablino- paro en Cuevas del Sil, donde dejo candada la bici a un poste).

Al poco de dejar Palacios del Sil la carretera ha ido estrechándose, hasta el punto que en Matalavilla resulta complicado pasar entre sus casas.

Es pronto cuando me pongo en marcha, lo que hará que no me tope con ningún vecino y que el valle por el que me adentro permanezca en  gran parte a la sombra. Un valle fragoso, largo y encajonado, por el que discurre la pista por la que asciendo y un tendido que suministra electricidad a las antenas del Alto del Navariego que lo afean.

Brañaseca, próxima al collado, me sorprende por ser una braña donde sus cabanas no han sido arregladas, a diferencia de todas las brañas del Alto Sil que he podido recorrer que tienen acceso rodado.

Como siempre, ganando altura, gano en vistas, teniendo una estupenda visión de todo el valle por el que acabo de ascender, así como del embalse de Matalavilla que a pesar de ser primavera se encuentra bastante escaso de agua.

Por el collado de la Bobia gano la arista que me lleva hasta la Mira y entro en un mundo de montañas conocidas que es preciso ordenar hasta hacerme una idea por donde me muevo y por donde me moveré, cuando alcanzadas las cimas previstas, descienda por la vertiente contraria, por las brañas de Zarameo y la Seita camino de Mataotero.

Busco los distintos Miros; el Miro de Tejedo (que tengo al frente), el Miro de Valdeprado (que preciso ascender algo más para verlo aparecer tras el Alto del Navariego) y el Miro Rabón (que se descuelga desde el Nevadín), las cimas que he ido ascendiendo en las últimas semanas siguiendo mi peregrinaje por los Miros en el Alto Sil.

Fácil ascenso a la Mira. Montuno y excelente mirador hacia las montañas del Alto Sil y en especial hacia el grupo del Valdeiglesia, que a pesar de estar a contraluz, muestra sus agresivas aristas rocosas.

Poco trayecto desde la Mira al Pico de la Turria y al Cáscaro de la Cueñe, donde la vegetación complica la marcha por lo que decido descender directamente hacia la pista que desde la Bobia se dirige a la Braña de Zarameo.

Entro en Zarameo escoltado por tres mastines que cuidan el ganado y que viendo que no soy comestible se retiran a continuar su siesta a la sombra de las cabanas.

Zarameo es un lugar especial. Por ser el balcón que se asoma al bosque del Rebentón y el lugar donde se ven pasar las distintas estaciones sobre la cumbre del Miro de Tejedo.

Sigo, descendiendo por el Rebenton, hacia la braña de la Seita, que desparrama sus cabanas a los lados del camino y continuo sin parar hacia Mataotero en donde entro cruzando un Sil que baja muy disminuido de agua.

En Cuevas me reencuentro con la bici y cambio la caminata por un pedaleo sin apenas esfuerzo (hasta Palacios es casi todo descenso) hasta Palacios del Sil, donde atravieso sus calles buscando la estrecha carretera que entre castaños y robles me lleva hacia Matalavilla.


Matalavilla, punto de inicio de esta travesía.
Por el valle que me lleva hacia el collado de la Bobia.
Un cortín protegiendo las colmenas del oso.
En un valle bastante estrecho.
Y muy fragoso.


En la parte alta, el arbolado comienza a desaparecer.
Al fondo el embalse de Matalavilla.
Brañaseca.
Parece raro que la braña estuviera en una zona de canchal.

Según me conto un vecino en esa especie de cortín era donde se guardaban el ganado por las noches.
Brañaseca.
Collado de la Bobia y la arista que me lleva hacia la Mira..
Superado el collado se abre un mar de cimas y valles (a la derecha la continuación de la pista por la que subo que se dirige a Zarameo).
Abriendo más el angular.
Las Ubiñas.
Con mayor detalle el Miro de Tejedo.
Y a su derecha, Vilariño del Sil.
Y a la izquierda, Tejedo del Sil.
Una panorámica informada.
Desde esta posición es el Miro de Tejedo el que llama en todo momento mi atención, con los profundos y largos valles que lo rodean.
Otra super panorámica en la que incluyo el valle por el que he ascendido desde Matalavilla (izquierda), el collado la Bobia (centro) y los valles del Sil y Tejedo (derecha).

Embalse de Matalavilla.
Cima de La Mira (en el mapa del Iberpix Cuerno del Sil 1.928 m.)
Vistas hacia el norte.
La continuación de la cuerda, con la Turria en primer plano y el macizo del Valdeiglesia algo más al fondo.
Con más aumentos el Valdeiglesia.
Caminando hacia la Turria, que se alcanza en pocos minutos.
Y desde donde hay vistas hacia la braña de la Seita (en la Seita me giraré en busca de esta cima).
Vista atrás; La Mira.
Cima de La Turria.
Salientes.
El sendero que recorre la arista se pierde y hace que tenga que pelearme con la vegetación.
Una nueva vista de la Seita.
Nueva super panorámica.
Y otra panorámica informada.
Valdeiglesia y Braña la Pena.
Embalse de Matalavilla.

Cansado de buscar el sendero entre la vegetación, decido descender por el medio del circo hacia las praderías del fondo y en busca de la pista que me llevará a Zarameo.
Braña de Zarameo.
Abedules.
Entrando en Zarameo.

Escoltado por los tres guardianes.
La mayoría de las cabanas han sido arregladas como casas de fin de semana.
Y en muchas de ellas se han perdido los aleros escalonados que según me contó un vecino servían para evitar que el fuego se propagara de un tejado a otro.


Atrás queda la braña de Zarameo.

Por el bosque del Rebentón (en Iberpix es donde Rebentón aparece con b) .

Entrando en la braña de la Seita.

Mirada atrás, hacia las cumbres de La Mira y La Turra (desde donde hace un rato he visto la Seita).
Las olleras, las construcciones que se utilizaban para guardar la leche antes de bajarla al valle. 
Desde esta posición si que se distinguen las cimas ascendidas.


Llegando al valle.
Enfrente la entrada del valle de Tejedo.
Mataotero con un río Sil muy, pero que muy mermado.
Cuevas del Sil.
La bici continua donde la dejé (el día que no sea así, voy a tener un problema muy gordo).
En ruta hacia Matalavilla donde cierro el círculo.

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