En el Puerto del Espineo (Puertos de Verano) 18 de junio de 2023 Hoy la Majada de Santa Cruz es solo un punto en el mapa. Poco restos (apenas una línea de piedras de lo que pudo ser un cercado de ganado) sobre las praderas donde se asentaron las cabañas que resguardaban a los ganaderos de las inclemencias. Pero ese punto marca el lugar de paso en la pequeña ruta de mañana que nos marcamos antes de que se desencadene la tormenta prevista. Desde Los Barrios de Gordón, por pista bien definida, hasta El Collado (no se esfuerzan mucho con los nombres) donde entramos en una serie de valladas (en una de las cuales esta la Majada de Santa Cruz) situadas al norte de la línea de cumbres que unen la Muezca y los Amargones. Terreno sencillo de andar, montaraz que con esta primavera tardía muestra unos lienzos donde el verde combina perfectamente con el amarillo de las escobas. El Puerto de Santa Cruz se reconoce por su pequeño refugio y por la gran cantidad de ganado. Volvemos, por el camino de l
Sicilia Habitada en otro tiempo por los Sicanos y por los Siculos, Sicilia fue colonizada por los griegos en los siglos VII y VIII a.C., fundando Siracusa (734 a.C.) y otras ciudades. Fueron parte integrante del mundo griego, llegando a ser Siracusa rival de Atenas. Al final de la Primera Guerra Púnica, Sicilia será conquistada por los romanos, que con la decadencia del Imperio será tomada por los Vándalos, los Ostrogodos, los Bizantinos y los Árabes (826-901) un pueblo que dejará una profunda huella. Libertada en 1.061 por el conde normando Roger de Hauteville, la isla paso al hijo de Federico Barbarroja, Enrique IV, a quien sucedería Federico II. Después la isla pasaría a los príncipes de Aragón y de los Reyes de España. Contra estos se levantarían varias veces los sicilianos, pero será en 1.860 cuando Garibaldi capitanea la expedición de los Mil, con la que la isla pasaría a pertenecer a Italia. El 10 de julio de 1.943 estando ocupada la isla por los alemanes, un contingente de 160.
Sobre la cima del Alto del Salguerón Valle de Valporquero 20 de febrero de 2024 Desde el collado hemos ido librando escobas hasta que por fin alcanzamos la torre de piedras que marca la cima. A su lado nos sentamos y dejamos que nuestra vista vuele sobre los valles vecinos. Se está bien arriba, disfrutando del paisaje, con un ambiente quedo que te permite, si escuchas con atención, oír el silencio. Otra mañana de primavera anticipada (y por lo que luego veremos, la última) para disfrutar por la Montaña Central Leonesa. En Valporquero aparcamos el coche y en la parte alta tomamos la pista que nos mete directamente al valle. Un valle rectilíneo y en altura (no tanto como los cercanos Valle del Marqués o de Sácenas) por el que discurre un camino (que están ampliando). Un valle donde el abandono, en forma de escobas, se apodera de sus praderías y donde nuestra vista se va desde el inicio hasta la Collada del Arbolito (Collado Formigoso), hacia la cual avanzamos. En la cima, buenas vistas
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