Desde la cima del Alto Las Coronas 29 de abril de 2024 Que tranquilidad supone sentirse superfluo. Moverte de un sitio a otro, sin prisas, sin metas remuneradas, como vaca buscando el bocado más apetitoso, pero con la diferencia (aparte de andar a dos patas) de tener la capacidad de soñar. Seguimos con tiempo incierto. Con pronósticos de lluvia a medio día que aconsejan no adentrarse mucho un la cordillera y estar de vuelta antes de que caigan las primeras lluvias. La collada de Bosvil la descubrimos en una foto en un periódico local. El Alto Las Coronas (un sinclinal al suroeste de La Velilla de Valdoré) apareció al buscar ese collado en el Iberpix. "Buenas vistas tendrán esos altos sobre las montañas de Ocejo y Las Pintas" pensamos y no nos equivocamos. La mañana se aguanto de lluvias y un sol primaveral nos permitió disfrutar de un camino donde el bosque de ribera da paso al hayedo y este a las praderías de altura antes de alcanzar la cima, que por supuesto ofreció unas vi
Sicilia Habitada en otro tiempo por los Sicanos y por los Siculos, Sicilia fue colonizada por los griegos en los siglos VII y VIII a.C., fundando Siracusa (734 a.C.) y otras ciudades. Fueron parte integrante del mundo griego, llegando a ser Siracusa rival de Atenas. Al final de la Primera Guerra Púnica, Sicilia será conquistada por los romanos, que con la decadencia del Imperio será tomada por los Vándalos, los Ostrogodos, los Bizantinos y los Árabes (826-901) un pueblo que dejará una profunda huella. Libertada en 1.061 por el conde normando Roger de Hauteville, la isla paso al hijo de Federico Barbarroja, Enrique IV, a quien sucedería Federico II. Después la isla pasaría a los príncipes de Aragón y de los Reyes de España. Contra estos se levantarían varias veces los sicilianos, pero será en 1.860 cuando Garibaldi capitanea la expedición de los Mil, con la que la isla pasaría a pertenecer a Italia. El 10 de julio de 1.943 estando ocupada la isla por los alemanes, un contingente de 160.
Sobre la cima del Cueto Ancino 11 de julio de 2023 Es fácil repetir cima cuando la repetida es el Cueto Ancino. Las Cimas del Curueño tienen su estrella en el Cueto Ancino, la cumbre que levanta su cima abruptamente desde la orilla del Curueño y alcanza altura suficiente para ser un excelente mirador sobre sus vecinas (Peña Galicia, Valdorria, Prado Llano, Peña el Pueblo o el mítico Bodón). Amanecemos temprano para estar de vuelta a medio día y evitar los calores de este torturador verano. Aprovechado la sombra que el Ancino y Prado Llano desparrama por la ladera sur, ascendemos con rapidez, con intensidad y sin concesiones, afín de salvar los algo más de seiscientos metros que nos separan de la cima, mientras a nuestro alrededor comienzan a dejarse ver las otras cimas del Curueño De nuevo en la cumbre de esta montaña que llama a ser ascendida una y otra vez, mostrando en cada ascensión una nueva fisonomía, un nuevo rincón, una nueva cima vecina o un nuevo bosque. Como el grupo de fres
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