Pico Jano desde Maredes (Cantabria)
Pico Jano |
Hay un proverbio ruso que dice que no debemos volver al lugar donde hemos sido felices, pues en este mundo solo existe un paraíso: el paraíso perdido.
No solo en uno, en muchos hemos sido felices, y es verdad que los recuerdos te llevan a esos lugares donde guardas un grato sabor por los momentos pasados y deseas volver para rememorar ese día (ver anterior ruta por el Jano).
Pero en la mayoría de las veces que vuelves para repetir esa salida tan especial, esperando volver a vivir esos mismos momentos, los astros parecen alinearse con el proverbio ruso para que todo se tuerza y ese día pasado acabe recubierto por otro donde todas las situaciones parecen torcerse: un café mañanero amargo y servido por un camarero de lo más desagradable, no encuentras sitio para aparcar, las moscas insoportables, calor achicharrante y para remate final: la niebla inundando el todo el paisaje.
Cruzamos el puerto San Glorio y nos dejamos caer hasta La Vega donde tomamos una estrecha carretera nos lleva hasta Maredes.
Maredes es final de carretera y el punto donde parte nuestra ruta. Por un camino que sube sin descanso desde el inicio, entre un bosque de robles (muchos de gran tamaño) y por praderas de montaña hasta la gemela cima del Pico Jano.
Jano en la mitología romana era el dios de las puertas, de los cambios, de los pasos (por eso el primer mes del año se llama como se llama: Ianuarius - Janeiro - Janero - Enero).
Pico Jano es una cima doble que da unas vistas espatarrantes hacia el macizo oriental de Picos.
Pero hoy la niebla lo cubre todo.
Una niebla que quedó amarrada a las cimas y que afortunadamente dejó despejada la costa donde acabaremos el día.
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