Monte da Vela

En lo alto del Monte da Vela

5 de octubre de 2023

Esta tierra abusada de lluvias y menguada de soles tendría que regalarnos un día de nieblas en medio de esta veranillo de San Miguel.

No sería el mejor día para alzarnos sobre el estupendo mirador que descubrimos, de la mano de unos pajareros, hace un par de días en el observatorio de la laguna de Valdoviño,

Y es que desde su cima, como apuntaba uno de los pajareros, en un día despejado se observa desde la Punta Candieira (al noreste) hasta el cabo Prior si miramos hacia el suroeste.

En nuestro caso, con la niebla existente, durante la subida la Punta Frouseira resultaba visible sin problema, no así la Punta Candieira que solo era un manchurrón oscuro. 

Alcanzada la cima la niebla jugó a meterse de lleno y apenas nos dio cancha como para ver las playas más cercanas.

Aún así, resultó una ascensión entretenida por la gran cantidad de emplazamientos militares que se conservan a lo largo de toda la arista.

En especial el emplazamiento de las dos piezas Vickers de 381mm, situada en lo alto de Monte Campelo (el único emplazamiento de unos cañones Vickers en Galicia que posteriormente serían trasladados a la zona del Estrecho de Gibraltar).

Piezas de artillería naval que pudimos ver en el Monte de las Cenizas en Murcia (ver reportaje). 



Cala de Portonovo

Haciendo tiempo -por si la niebla levantara- nos acercamos hasta unas pequeñas playas en la Cala de Portonovo (es posible el paso entre ellas con la marea baja).

Este país nuestro con tanta proliferación de bancos se esta convirtiendo en un lugar muy descansado.





La cala de Portonovo, la población de Lavacerido (donde comenzaremos el ascenso) y el Monte da Vela).

Por una pista en buen estado, por donde se daría asistencia a las baterías militares.
Instalaciones militares.
La niebla aún permite distinguir perfectamente la Punta Frouxeira y más al fondo el saliente de la Punta Candieira.
Con algo de zoom vemos con más detalle el faro de Frouxeira y más próximo la ermita de A Virxe do Porto.
Ganando altura los acantilados se encrespan.
Instalaciones militares.



La explanada donde se situó uno de los dos Vickers de 381mm.
Un cañón capaz de enviar un pepino de 885 kilos a una distancia de 35 kilómetros.
A punto de hacer cima.
Cima del Monte da Vela

Iniciando el descenso, con unas vistas muy mermadas.
Por un típico bosque de eucaliptos.

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