Faedo de Ciñera - Arista de Sardonal
Faedo de Ciñera |
Arista de Sadornal |
Indispensable un día laborable para recorrer la arista de Sardonal.
Motivo? Porque hay que cruzar el Faedo de Ciñera.
Aún así (en martes), a la entrada de Ciñera veo dos autocares que han trasportado a un paquetón de adolescentes con los que más tarde me cruzaré en el propio faedo, además de los grupos familiares y de amigos con los que también me cruzo a lo largo del camino.
Sin entrar en la disputa de si el Faedo de Ciñera es el hayedo mas bonito de León, o el mejor conservado, en un día otoñal como el de hoy el Faedo de Ciñera, siendo un bosquete tan pequeño como es y estando tan urbanizado como está (con pasarelas de madera y carteles informativos), el Faedo de Ciñera en un día como el de hoy, esta de un bonito que te cagas!!!!
Aparco en una de las calles de Ciñera (antes de llegar a la plaza) y tomo el camino hacia Vegacervera, que también es Camino Olvidado (a Santiago, claro).
El día amaneció turbio, con un manto de nubes lechosas cubriendo el cielo y al paso del cementerio alguna gota comienza a caer.
El camino es normalito (entre empalizadas de vegetación que guardan las fincas), pero nada más acceder al faedo una explosión de colores se cuela por mis retinas, las hayas se retuercen creando seres fantasmagóricos propios de los relatos de Lovecraft, mientras por el medio del bosque un arroyo corre rabioso. El faedo se encuentra exultante!!!
Difícil no quedar prendado ante tanta explosión de colores, pero encumbrar un hayedo tan pequeño (teniendo León la cantidad de hayedos que tiene) hasta la posición de "el hayedo más bonito de León" o estar entre los primeros del ranking de los "mejores bosque para recorrer en otoño" a nivel nacional, me parece bastante exagerado.
Continuo camino, por la Hoz de Villar (a través de un entramado de pasarelas) el estrecho paso que el arroyo de Villar ha producido a lo largo de años sobre la Sierra de Sardonal (por la que más tarde, ya de vuelta, cabalgaré de regreso a Ciñera), paso natural que utilizaban los mineros que bajaban de Villar del Puerto hacia las minas de Ciñera cada día.
No entro en Villar, tomo a izquierda la carretera hasta la Collada de Villar desde donde asciendo hasta ganar la arista de la Sierra de Sardonal.
La arista de Sardonal no es una arista montañera de dificultad, ni es una arista con unas líneas que ganan el cielo con elegancia. La arista en la que ahora me encuentro es un balcón hacia el valle del Bernesga, por cuya ladera sur trepa la encina, mientras por la norte se descuelga un precioso hayedo que en estas fechas luce tintes otoñales.
Ese es el motivo por el que hoy me he acercado a este lugar
Otra gente ha marcado con sus pisadas (y algún hito) un pequeño senderillo; por la arista, entre las hayas y rodeando las encinas que han logrado encumbrarse en lo más alto para saludar a las hayas, hasta que la sierra deja de ganar altura y comienza a descender (y yo con ella) en busca del valle (y de Ciñera).
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