Bígaros y Munón desde Torrestío
Cima de Los Bígaros |
Cima del Pico Muñón |
Otra ruta de primavera.
Y es que esto del cambio climático hace que las invernales se hagan en zapatillas y pantalón corto (algo exagerado lo del corto, pero real lo de las zapas).
Hacía tiempo que quería volver a recorrer la arista entre los Bígaros y el Muñón y de paso, acercarme hasta el lago del Chao y la braña de la Mesa.
Por eso bien de mañana entro en Torrestío y aparco el coche en la parte alta.
El albor quebraba y los pájaros orquestaban sus trinos como cada amanecer entre los escasos árboles que rodean el pueblo, cuando tomo la pista que me lleva hasta el Alto de la Farrapona.
Aburrida y algo monótona, en el alto da paso a un estrecho sendero donde voy siguiendo las pisadas de otros muchos montañeros atraídos por la cima de los Bígaros.
Una cima con vistas; hacia el resto de cumbres babianas y hacia las Ubiñas, que a contraluz muestran la grandeza de sus cimas. Y una cima desde donde se descuelga una línea de roca que la une con la del Muñón, por la que continuo, volando sobre los Puertos de la Mesa y buscando el mar en el horizonte (que no vi, claro está).
Poca variación en vistas respecto a los Bígaros ofrece el Muñón, pero estamos más próximos a la esquiva laguna del Chao, que busca ocultarse entre una cuenca donde disfruta de la soledad de un rincón que se me antoja como bucólico.
La mañana va corriendo y las tripas comienzan a rugir como leones, cuando busco el mejor paso que me acerque hasta las brañas de la Mesa.
Un grupo de pequeñas cabañas, levantadas íntegramente con piedra (salvo una con techumbre de escobas), que por su tamaño bien podría ser un poblado hobbit y orientadas al sol, hace que busque una despejada de cagadas de vaca y aposente mis reales para dar cuenta del bocata, sabiendo que lo que resta de ruta será por el Camín Real de la Mesa.
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