Caserío y Ermita de Ventaniella desde La Uña

Valle de Ventaniella
Valle de Valdosín

15 de junio de 2024

Volver a caminar por los senderos conocidos te retrotrae a tiempos pasados.

Como la primera vez que entramos al Valle de Valdosín, en busca de las fuentes del Esla, o aquella otra que acampamos en este valle, durante una travesía que nos llevaría a circunvalar Peña Ten.

La memoria es muy inteligente y solo guarda los recuerdos buenos.

La madrugada se ha perdido en el trayecto desde León y tomando café en Riaño. Pero no hay prisa, el trayecto no es largo y una ligera brisa nos lleva a pensar que no apretará el sol.

A la entrada de Valdosín tomamos el Camino a Ventaniella, que no dejaremos hasta que lleguemos a las praderías donde se asienta el caserío. Por un Valle de Valdosín verde a rabiar, con la hierva alta y húmeda que moja nuestras zapatillas y por el puerto donde gastamos tiempo con unos pastores que nos hablan de otros camino, de su vida en los montes y claro está, del lobo. El descenso entre el hayedo, como queriéndonos ocultar el fondo del valle para que su final sea más sorpresivo y cuando lleguemos a Ventaniella la luz ciegue nuestros ojos.

Lo ideal sería proseguir camino, pero es necesario volver en busca de nuestro coche. 


Por el Camino a Ventaniella.
Mucho han de afanarse las vacas para comer toda esa hierva.
Por el oeste, tras el hayedo, comienzan a aparecer las cimas de los Mampodres.
Peña Castiello, la guardiana del Valle de Valdosín.
Mampodres.
Peña Castiello.
Inexpugnable por esta cara.
El naciente río Esla.
Entrando propiamente en Valdosín.
Valle de Valdosín.
Peña Ten y el pequeño rodal de acebos que hay en su base.
Hacia la Sierra de Llobiles.
El camino se vuelve sendero, que por momentos desaparece.
Pileñes y Peña Ten.
Vista atrás.

Llegando al puerto.
Vista atrás.
El Puerto, frontera administrativa entre Asturias y CyL.


Ya en tierras asturianas.
Intentamos un camino que nos comentaron los pastores, pero no damos con él.
Viejas brañas.

Vista atrás, la Sierra de los Llobiles.

El camino continua por el hayedo.
Hasta que desembocamos en las praderías de Ventaniella.

El caserío.
La ermita.
El hayedo de la Salguerosa.
Valle de Ventaniella.
La vuelta, desandando nuestros pasos.





Un camino a nuestra derecha nos mete en un nuevo hayedo.
Otra visión de Peña Ten.
Majada Burón, con unas estupendas vistas del Valle de Valdosín y de sus hayedos.



Valle de Valdosín.

En el Valle de Valdosín.
Río Esla.

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