Pinar de Lillo

La Peña de San Justo vista desde el Pinar de Lillo
Pinar de Lillo

9 de noviembre de 2024

A veces me doy cuenta que actúo como las estrellas fugaces; saliendo de la nada para ir hacia la nada.

Sesentones reacios a enrolarse en una existencia sedentaria, deseosos de saborear el despertar del día, respirar el frío o escuchar el silencio de las cumbres, con el único objetivo de crear nuestra propia suerte.

Mañana seguiremos bogando, contra corriente, arrastrados incesantemente hacia la nada.

Esta mañana nos acercamos hasta Cofiñal y hasta el puente de los Hitos donde hemos aparcado el coche.

La senda del Pinar de Lillo resulta un recorrido pequeño (de algo más de seis kilómetros) que repetiríamos con más frecuencia si no fuera preciso solicitar permiso para entrar en él.

Un pinar relicto, heredero de aquellos bosques que se retiraron a la vez que los hielos para dejar lugar a especies de ambientes más cálidos.

Un pinar con sus árboles desordenados (como a nosotros nos gustan), donde los abedules y las hayas se van apoderando de aquellos rincones donde la luz ha conseguido colarse y donde una legión de pinos trepa en perfecta formación hacia la la Loma de los Pinares de Lillo.

Hemos visitado en anteriores ocasiones el Pinar de Lillo: con nieve, en tiempo de berrea o en primavera. Hoy el otoño nos muestra una nueva cara, uniendo los los verdes apagados de las acículas con los tostados de las hojas de las hayas o los amarillos de las hojas de los abedules.

El bosque sigue rodando, en busca de nuevos caminos.  

El Pinar de Lillo se encuentra dentro del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, en el Alto Porma, entre Puebla de Lillo y el puerto de las Señales. 

En él crece el pino silvestre (Pinus sylvestris) y es uno de los escasísimos pinares autóctonos de la Península Ibérica (en la Cordillera solo hay dos: el Pinar de Lillo (León) y el Pinar de Velilla (Palencia).

La importancia de la conservación de este espacio hace que sea uno de los cinco espacios reservados (que obligan a solicitar autorización al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León  para su visita) dentro del Parque Regional de Montaña de Riaño y Mampodre.



Entrada del Pinar de Lillo.
Arroyo del Pinar (no podía ser otro nombre).
Con un ambiente muy otoñal.


Puente sobre el arroyo del Pinar.


Acebos.




Zona de abedules.
Vega Cimera.
Hasta ese punto hemos ido ganando altura. Al fondo la pirámide cimera de la Peña de San Justo.
Vega Cimera.
Al fondo la Loma de los Pinares de Lillo, a unos 2000 metros de altura, 500 metros por encima de Vega Cimera.




Lepiota procera.

Peña de San Justo.

Vega Bajera, donde encontramos los ejemplares de pino silvestres más potentes.





Últimas luces del día desde el mirador de Vegamián.
En el mirador.

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