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Luna llena |
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Las Montañas de Luna |
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Panorámica desde La Silla (Palanco) |
15 y 16 de enero de 2025
"La muerte está siempre en camino, pero el hecho de que no sepamos cuando llega parece suprimir la finitud de la vida. Lo que tanto odiamos es esa precisión terrible. Pero como no sabemos, llegamos a pensar que la vida es un pozo inagotable. Sin embargo, todas las cosas ocurren un cierto número de veces, en realidad muy pocas ¿Cuántas veces recordarás cierta tarde de tu infancia, una tarde que es parte tan entrañable de tu ser que no puedes concebir siquiera tu vida sin ella? Quizá cuatro o cinco veces más. Quizá ni eso. Cuántas veces más mirarás salir la luna llena? Quizá veinte. Y, sin embargo todo parece ilimitado"
Por eso que nos cuenta Paul Bowles en "El cielo protector", porque se pronosticaba una noche despejada y sobre todo: porque nos apetecía, quedo después de comer con Paco para subir hasta la collada de Aralla, donde dejamos el coche, cargamos los bártulos y nos encaminamos hasta el refugio situado en la campa de Brañaredonda.
A este cogollo de cimas, valles y valladas comprendidas entre La Pola de Gordón, Geras, Los Barrios de Luna y Olleros de Alba, siempre me gustó llamarlas las Montañas de Luna, por su proximidad al embalse de los Barrios de Luna. Hoy con más razón le otorgo ese nombre, cuando antes de meternos al saco de dormir, paseamos nuestra vista por ese grupo de montes que se muestran a la luz de una espléndida luna llena.
Paseo nocturno y tres cimas; las del Palanco (La Silla y La Carda) al atardecer con una luz mortecina del sol a punto de ponerse y el Cerro de Pedroso al paso, por el camino de vuelta al coche.
Selfidos.
Tomando el camino que desde la collada de Aralla nos lleva al vale de Valmeán.
Vista atrás, el hostal de la collada de Aralla.
El Alto del Juncial, el guardián del valle de Valmeán.
Valle de Válmeán.
Hace tres semanas descendí por un valle de Valmeán que lucía tintes invernales, desde el Cerro de Pedroso hacia Geras.
Desde el collado, que rompe la cuerda de Sierra de Peña la Cueva, tenemos la primera visión de la campa de Brañaredonda (donde se encuentra el refugio) y las cimas del Palanco (hacia las que nos dirigimos).
Entrando en Brañaredonda.
El refugio, la campa y las cimas del Palanco (La Silla derecha y La Carda izquierda).
La pista por la que venimos continua hasta la misma base de las cimas del Palanco.
Desde esta posición se nos recuerda esta montaña a una silla de montar (muy similar en forma a los Picos de la Silla, allá por el puerto de Pandetrave).
En el collado, a los pies de Silla, la Vega de Peñasillada.
Los carteles de señalización que el Pueblo de Geras de Gordón ha colocado por la zona para ayudarnos a identificar los lugares.
La montaña nos impedía ver lo que hay detrás de ella, superada esta ya podemos disfrutar del espectáculo.
Al frente Las Tres Marñias.
El arco de montañas donde se levanta el Cerro de Pedroso, bajo el cual esta Brañaredonda.
Paco en la cima de La Silla, disfrutando el momento.
La arista de La Silla.
Una panorámica.
Bajo nuestros pies la vaguada que une las dos cimas del Palanco y al frente La Carda,
Cima de La Silla (1.852 m).
La vaguada entre cimas.
En la cima de La Carda (1.818 m).
Con unas estupendas vistas de los valles y cimas de Casares y del valle y pueblo de Geras.
Hacia Los Amargones.
Con algo de zoom, el embalse de Casares y la peculiar cresta de Peña Muezca.
Las Tres Marías.
Ya en el refugio de Brañaredonda, preparando la noche.
Refugio de Brañaredonda al amanecer.
De vuelta.
Ascendiendo a Pico de Cerroso, Sierra Peña la Cueva.
Hacia el Circo (que no es un circo glaciar) del Cribanal.
Destacando Brañaredonda y las cimas del Palanco.
Paco en la cima del Cerro de Pedroso (1.914 m), con el embalse de los Barrios de Luna y el valle del Cuartero.
Las Montañas de Luna.
Panorámica.
De nuevo en la collada de Aralla.
Hola, felicitarte por una actividad bien ideada, perfecta para disfrutar del anochecer y del amanecer en una zona de muy amplia panorámica. Un saludo.
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