Qué más luces necesita Vigo que sus puestas de Sol.
Aún así, con esos atardeceres en el mirador de Oliveira, con la ría de Vigo y las Cíes cerrando cuadro y un sol hundiéndose en el mar (aquel que hizo estremecer a las legiones romanas, después de haber conquistado medio mundo, en la punta de Fisterra), Abel, el alcalde de la ciudad de Vigo insiste nuevamente en que Vigo vuelva a postularse como la ciudad con la mejor iluminación navideña (11 millones de bombillas -por supuesto led- lo abalan).
Luces navideñas y un anticiclón que va ha mantener los cielos limpios durante los próximos días al oeste de la Península.
Seis días, cinco noches para disfrutar del ambiente navideño de Vigo, de Baiona, de Viana do Castelo, de Aveiro y de Manteigas.
Y mientras las luces permanecen apagadas, buscamos por los alrededores caminos y senderos que nos descubran la magia de esos paraísos perdidos de nuestros sueños.
Vigo
Poco menos de cuatro horas para colocarnos en Vigo.
Con el encanto de las ciudades que viven junto al mar.
Abierta al Atlántico, Vigo es una ciudad moderna y encantadora.
Más en estas fechas, cuando sus calles al atardecer se incendian con miles de luces.
La magia de la navidad se apodera de Vigo, mientras miles de turistas recorremos sus calles con una sonrisa en la cara.
Había que acercarse a ver el mar.
Monumento a Julio Verne.
El Nadador, escultura de Francisco Leiro.
Callejeando.
Mirador da Oliveira.
En el Paseo de Alfonso XII. Desde él se disfruta de unas increíbles vistas a la ría de Vigo y las Islas Cíes
El árbol de navidad compite en altura con "O Sereo" (El Sireno) otra escultura del arquitecto Francisco Leiro.
O Sereo representa un personaje imaginario mitad pez, mitad hombre, sin brazos, pero con piernas y pies y una gran cabeza donde destaca una gran nariz.
Una de las calles más comerciales de Vigo.
Praza Porta do Sol.
Un árbol de luces gigante.
Con más de cuarenta metros de altura y en su cúspide, una super estrella de más de diecinueve metros.
Aún es temprano para los vinos.
Mirador da Oliveira, en el Paseo de Alfonso XII, donde encontramos "El Olivo", símbolo de la ciudad.
Mirador da Oliveira.
El sol se oculta y las luces de navidad se encienden.
Vecinos y turistas nos acercamos a este punto a ver la puesta de sol.
La magia de la navidad.
Un árbol de luces que cambia de color.
De nuevo en la Praza Porta do Sol, con más ambiente, ambiente navideño.
Cientos, miles de bombillas.
Vigo.
Un mundo de luces.
Vigo, onde vive o Nadal.
Una de sus estupendas lámparas de luz.
Dos estrellas.
La estrella de navidad.
Si, el gato con botas.
12 de diciembre de 2024
Monteferro
Hace un par de años recorrimos los senderos de Cabo Home (ver ruta), la entrada norteña de la ría de Vigo, conociendo sus faros y sus playas. Estando por Vigo, lo propio era acercarnos hasta Monteferro, la punta sur de la ría de Vigo.
Interés cultural y deportivo, distinto al de los primeros pobladores que se acercaron a esta zona en busca del tan apreciado mineral de hierro, que con el tiempo dará nombre al monte.
Monteferro es una lengua de tierra que se adentra en el mar, en cuya cúspide se levanta un soberbio monumento de 25 metros de altura, construido en granito, y presidido por una escultura de la Virgen María (patrona de los marineros).
Monteferro nos ofrece además un tranquilo y agradable paseo, circundando el saliente, con varios miradores (faro de Punta Meda y Miradoiro das Estelas), una antigua batería de defensa costera y unos petroglifos (molinos naviculares).
También llamado Monumento a los Mártires del Mar. Fue creado en 1903, por el escultor vigués, Manuel Gómez Román, y inaugurado en 1924 durante la dictadura del general Miguel Primo de Rivera.
Una imagen de la Virgen María recibe a los navegantes que vuelven.
Los árboles han crecido y es preciso acercarse hasta el mirador para poder ver la ría.
Y las islas Estelas.
Ya por el camino que circunda Monteferro.
La península esta toda cubierta de pinos y eucaliptos.
Islas Cíes.
Punta Lameda o da Meda, un acantilado que se adentra en el mar ofreciendo estupendas vistas hacia las islas Cíes
Y hacia el Cabo Home y la entrada de la ría de Vigo.
Linterna de Punta Lameda.
Islas Cíes.
Una super-panorámica.
Bosque de pinos.
Entrada de una antigua batería militar (ya abandonada).
Batería J3, con cañones Munaiz-Arguelles 150/45.
Bosque de eucaliptos.
Mirador das Estelas.
Islas Estelas.
Cazoletas de Penisas Pequenas.
Petroglifos de Penisas Pequenas.
Estas cazoletas tienen una antigüedad de 5000 años, allá por el Neolítico.
Molinos naviculares, es decir molinos de mano empleados para moler cereal, aunque también se piensa que debido a su situación, lejos las tierras de cultivo, podían haber sido dedicados a moler minerales o también existe la suposición que este era un lugar sagrado y en estas cazoletas de moliera plantas psicotrópicas utilizadas en sus rituales.
Bien podrían moler estas seticas.
Praia de Panxón, Templo Votivo del Mar
Un libro nos lleva a nuestro siguiente destino; "La Playa De Los Ahogados" de Domingo Villar.
Teníamos ganas de recorrer la praia de Panxón, lugar donde aparece el cuerpo de un marinero y con el que se inicia la trama de "La Playa De Los Ahogados".
Además, en Panxón descubrimos su templo votivo y encontramos un lugar donde comer.
Praia de Panxón
En la praia da Madorra.
Atrás, en el centro de la imagen, Monteferro y a la izquierda la más grande de las islas da Estela (Estela de Dentro).
Praia de Panxón.
La playa de "La Playa De Los Ahogados" de Domingo Villar.
Templo Votivo del Mar
Un Templo Votivo consagrado a la Virgen del Carmen (Virgen del mar).
Vino a sustituir a la antigua iglesia parroquial que se había quedado pequeña.
Se construyó entre los años 1932 y 1937, bajo el proyecto del arquitecto gallego Antonio Palacios, que realizó de forma gratuita bajo el compromiso por parte de la administración de salvar los restos del arco visigótico que aún permanecían en pie y del cual se inspiraró para levantar el Templo Votivo de Panxón.
Templo Votivo del Mar.
Arco visigótico.
Con mayor detalle.
Mala suerte, el templo se encuentra con tareas de mantenimiento, lo que impide su visión desde el exterior.
Lo poco que dejan al descubierto los andamios y las redes, permite ver que el arquitecto Antonio Palacios creó una obra en la que se mezclan el románico con el gótico aliñado con influencias musulmanas.
Realizado en granito (la piedra de la zona) y con sillares irregulares (como la vieja iglesia visigótica).
La gran torre hace las funciones de faro, orientando a los marineros para volver a sus casas.
El interior nos sorprende por lo luminoso que resulta y por la decoración de sus techos.
El templo es coronado por una majestuosa cúpula sustentada por arcos de aristas de planta octogonal.
Paseo marítimo de la praia de Panxón.
Praia de Panxón.
Castelo de Monterreal (Baiona)
Nada más entrar en Baiona nos acercamos hasta el Castelo de Monterreal para aprovechar la luz.
La importancia estratégica de Baiona sobre la ría de Vigo llevo a levantar el Castillo-Fortaleza de Montereal, allá por el siglo XII (se finalizaría en al siglo XVI).
Ría de Vigo.
Actualmente es un parador nacional, Parador del Conde de Gondomar.
El castillo está rodeado de un paseo que nos brinda unas excelentes vistas a la ría de Vigo y a las Islas Cíes.
Una fortaleza precisa de cañones.
Islas Cíes.
Baiona
Una Baiona muy distinta de la que conocimos en su día, junto a miles de turistas y veraneantes, con sus problemas añadidos de aparcamiento o de encontrar una mesa libre.
Hoy Baiona rezuma tranquilidad y ambiente navideño, con sus luces de colores y música de villancicos.
Plaza Pedro de Castro, frente a nuestro hospedaje.
La zona de alterne, aún sin ambiente.
El granito forma parte del centro histórico.
Cruceiro de la Santísima Trinidad.
Situado en la parte alta de la ciudad, desde este baldaquino renacentista, se tienen unas estupendas vistas de la ría.
Por calles estrechas.
Muy próximo al baldaquino tenemos la iglesia de Santa María.
Destaca por su bonito rosetón y magnífica portada románica.
Detalle de la portada.
Arquivoltas ligeramente apuntadas, con molduras floreadas. Tímpano liso sujeto por mochetas. Los apoyos laterales sobre columnas con capiteles vegetales.
Interior iglesia de Santa María.
Detalle de algunos capiteles.
Construida en el siglo XIII, la Iglesia de Santa María, tiene estructura fortificada y un estilo de transición del románico al gótico (unas formas muy austeras que lo vincula con la arquitectura del Císter).
Fue declarada colegiata entre los años 1482 y 1840. Con posterioridad a esa fecha volvió a ser iglesia parroquial.
Junto a la iglesia de Santa María se encuentra la Capilla de Santa Liberata.
Baiona con ambiente navideño.
Praia de la Ribeira.
Baiona.
Castelo-fortaleza de Monterreal.
13 de diciembre de 2025
Petroglifos del Monte Tetón
Con un único grabado de los petroglifos del Monte Tetón, en cualquier otro país levantarían un museo.
Aquí en cambio, el conjunto de petroglifos del Monte Tetón se muestra con una patina de abandono, rodeado de una exuberante plantación de eucaliptos.
Difícil ha sido llegar al inicio de esta ruta que nos acerca hasta dos grupos de petroglifos (fechados con una antigüedad de entre 3000 y 2000 años antes de Cristo, que no es poco!!!!!
Buscamos un ensanchamiento para dejar el coche, entre una explotación de eucaliptos y un viñedo.
Todo el recorrido entre un mar de eucaliptos.
Algún tramo de camino acondicionado y carteles informativos.
El primer y mayor afloramiento granítico, donde se pueden ver los mayores grabados.
Petroglifos.
El hombre desde la antigüedad experimentaba el camino hacia el arte, dejando su huella.
Algún gracioso ha raspado sobre el petroglifo.
Uno de gran tamaño, de los de mayor tamaño encontrados en Europa.
No resulta fácil verlos. Hay que moverse y buscar el punto de luz.
El entorno, una plantación de eucaliptos.
Otra peña con grabados que no conseguimos distinguir.
Vamos tomando altura y se nota en las vistas, que sin ser espectaculares van siendo interesantes.
Ya vemos el vértice geodésico del Monte Tetón.
Baco de la cima del Monte Tetón (473 metros sobre el nivel del mar).
473 metros sobre un valle lleno de bruma.
A la vuelta, volvemos a acercarnos al grabado de mayor tamaño, en busca que el cambio de luz nos permita que se aprecie mejor.
Junto al de menor tamaño.
Santuario de Nuestra Señora de Santa Luzia
Apenas una hora de viaje para un cambio radical de escenario.
Del espacio cerrado de las plantaciones del Monte Tetón, al espacio abierto de la desembocadura del río Limia, Viana do Castelo.
Y sin entrar a la ciudad, buscamos en el Santuario de Nuestra Señora de Santa Lucia el mejor mirador de la desembocadura del Limia y del mar.
Santuario de Nuestra Señora de Santa Lucia
Desembocadura del río Limia
Santuario de Nuestra Señora de Santa Lucia
Emblema de la ciudad de Viana de Castelo y uno de los edificios notables de todo Portugal.
Situado a las afueras de la ciudad y en lo alto del Monte de Santa Lucía (al que se accede en coche, a pie por unas escalinatas o en Funicular), es visible prácticamente desde cualquier punto de la ciudad.
Relax.
Se comienza a construir en 1903 y se finalizará en 1943, siguiendo el modelo francés de la Sacre Coeur.
Diseñado por Miguel Ventura Terra, sobre una planta en forma de cruz griega, mezcla elementos neo-románicos, neo-bizantinos y neo-góticos.
Al igual que el Templo Votivo del Mar en Panxón, Santa Lucia se encuentra rehabilitando.
Destacan sus grandes rosetones.
Interior grandioso pero poco atrayente (para nosotros).
Rio Limia.
Viana do Castelo
Conocimos Viana en las navidades de hace un par de años (ver reportaje), en las mismas fechas y por el mismo motivo; sus luces navideñas.
Viana le hace la competencia a Vigo, aunque no pueda comparase en tamaño de ciudad (ni al tumulto y jolgorio de sus calles), ni por supuesto a la decoración de sus calles (en cuanto a luces), Viana tiene un espectáculo de luz y sonido al más puro estilo americano donde el espíritu navideño se impregna a cualquiera que tenga un poco de sensibilidad.
Avenida dos Combatentes da Grande Guerra.
La calle que se inunda de luz y color a cada hora desde l8:00 a las 24:00.
Una de la plazas de Viana.
Av. dos Combatentes da Grande Guerra.
Plaza de la Republica.
La vez anterior en esta plaza estaban las casetas navideñas donde bajo el influjo de la música podías tomarte unas rocas con vino caliente o chocolate.
Hoy solo hay terrazas de bares y cafeterías.
Espectáculo de luces y sonido.
Catedral de Viana do Castelo.
Iglesia fortaleza levantada en el siglo XV. Su fachada está flanqueada por dos grandes torres
Viana do Castelo.
14 de diciembre de 2024
Continuamos nuestro periplo hacia el sur, hacia Aveiro, donde una lengua de arena entre la ría y mar soporta un ecosistema especial; las Dunas de Sao Jacinto.
Unas dos horas de carretera y el tiempo preciso para tomar café.
Dunas de São Jacinto (Reserva Natural de las Dunas de São Jacinto) Aveiro - Portugal
Sobre una estrecha lengua de arena, limitada al oeste el océano Atlántico y al este por la ría de Aveiro, las Dunas de São Jacinto nos ayudan a entender la evolución de los sistemas dunares creados por la acción del viento y el avance del mar.
Tres senderos que parten del centro de interpretación te introducen en el complejo dunar.
Elegimos el más largo (el que llega al borde del mar). El que recorre las cuatro zonas: empezando por las dunas secundarias (cercanas al centro de interpretación y la carretera) que resulta ser la zona más apropiada para el crecimiento de arbolado (sobre todo pinos y sabinas), a la zona interdunar que al resguardo de los vientos marinos solo permite el crecimiento de arbustos y continuando la caminata entramos en el espacio de las dunas primarias, donde la falta de protección ante el viento no permite más que una rala vegetación a ras de suelo. Por último terminamos cruzando por una larga pasarela a la zona de playa, donde se sitúa el arenal que forma la playa de São Jacinto y que se extiende de forma salvaje, sin que nada detenga tu mirada durante kilómetros y kilómetros y donde apenas hay vegetación.
Y por fin el mar.
Un mar feroz, inhóspito que lanza muros de agua contra la playa y que embelesa nuestras miradas.
Aparcamos frente al Centro de Interpretación de las Dunas de São Jacinto y frente por frente encontramos un grupo de Moliceiros, las embarcaciones típicas de Aveiro, con sus proas y popas levantados, poco calado y vistos colores que se emplean para el trabajo en las salinas, para pesca fluvial y para la recogida y el transporte del moliço, una planta acuática del fondo de la ría que se recoge y se deja secar al sol para utilizarla como abono y convertir los terrenos arenosos de las orillas de la ría en excelentes tierras agrícolas.
Hoy centrados en la recogida de la almeja.
Limpiando las almejas
Moliceiros.
Centro de Interpretación (cerrado).
Eucaliptos.
Sabinas.
Pinos y sabinas.
Russulas.
La zona de las pasarelas.
Para proteger la vegetación de la duna.
Un mar feroz, inhóspito que lanza muros de agua contra la playa y que embelesa nuestras miradas.
La vuelta.
Aveiro
En Aveiro no encontrarás rutilantes palacios de colores apagados, ni sus canales soportarán la algarabía de góndolas, vaporettos o taxis-lancha, pero Aveiro, la "Venecia portuguesa" cada tarde se despide y se va a dormir con una la luz mortecina propia de una puesta de sol.
Ha sido largo y pesado el trayecto entre las dunas de Sao Jacinto y la ciudad de Aveiro bordeando la ría.
Con el tiempo justo para entrar en Aveiro y disfrutar de una de sus estupendas puestas de sol.
Y sin darnos cuenta, transito a las luces y al ambiente navideño.
Ponte dos Carcavelos, algo así como el Ponte di Rialto.
Ponte dos Botirões.
Canal dos Botirões, con el Ponte dos Botirões al fondo.
Praça do Peixe.
Y los suelos!!!! qué me dices de la decoración de sus suelos?
Canal Central.
Canal Central desde Praça General Humberto Delgado.
Callejeando.
En busca de una confitería para endulzar un café.
Por la Rua dos Combatentes da Grande Guerra, con idético nombre que la calle de Viana do Castelo donde tienen el espectáculo de luz y sonido.
Canal Central.
Praça General Humberto Delgado.
Praça del Obelisco da Liberdade.
Praça del Obelisco da Liberdade.
Castañuelera.
15 de diciembre de 2024
Serra da Estrela
En algo más de dos horas pasamos del mar a la montaña.
Del océano Atlántico a la Serra da Estrela, del nivel del mar al punto más alto del Portugal continental: Pico Torres (1.993 metros).
Y entre medias, una ruta hasta la "Boca del Infierno", el Covão dos Conchos.
Da pereza abandonar Aveiro.
Uno de los miradores de la Serra da Estela.
Un terreno áspero, duro, con el encanto de los lugares desconocidos.
Covão dos Conchos
Covão dos Conchos, Serra da Estrela
La historia de cómo el aliviadero de campana de un embalse construido en 1955 y perdido en medio de una sierra, deja de pasar desapercibido para viralizarse en las redes.
Por una foto.
Si!!!! por una foto, o más concretamente: por un selfi realizada en el 2016 en el que aparecía dicho aliviadero como fondo de la foto. Y ya sabes: "culoqueveoculoquequiero" lo que llevará a que cientos-miles de personas quieran hacer la misma selfi y se ponga de moda el recorrido desde la Lagoa Comprida hasta el Covão dos Conchos.
Y es que el aliviadero resulta fotogénico, sin llegar a hablar que el furaco bien podría ser la "Puerta del Infierno" por donde se pierden las aguas del embalse hacia el centro de la Tierra.
Hecha la foto, lo propio es preguntarse a donde va esa aguas?
La explicación la tenemos en que dicho aliviadero (aliviadero de campana) es el inicio de un túnel de 1.520 metros que sirve para trasvasar el agua desde la Albufeira dos Conchos hasta la Lagoa Comprida. Una increíble obra de ingeniería si tenemos en cuenta que dicho embalse se realizó en 1955.
"Culoqueveoculoquequiero". Para allá que nos fuimos en una mañana ventosa y con un frío de tres pares.
Por un paisaje entre los 1500-1700 metros de altura, donde los afloramientos graníticos son el elemento predominante.
Lagoa Comprida.
Una pequeña laguna.
Bolos graniticos.
En un espacio carente de árboles encontramos un pequeño rodal de abetos.
Refugio privado.
Vista atrás: Lagoa Comprida.
Aunque es un día soleado, las bajas temperaturas no permiten que se derrita el hielo del camino.
Laguinho dos Frades.
Una meseta.
Desde la meseta el camino desciende hacia la Albuferia (embalse) dos Conchos.
Hay que irse hasta el extremo opuesto del embalse para ver el aliviadero.
Aliviadero de campana, algo así como el desagüe de una bañera.
La "Boca del Infierno"
Covão dos Conchos en la Albuferia (embalse) dos Conchos.
El Covão dos Conchos no es la "Puerta del Infierno" sino una increíble obra de ingeniería, que mediante un tubo subterráneo de algo más de 1,5 kilómetros, trasvasa el agua de la Lagoa dos Conchos hasta la Lagoa Comprida.
Ya de vuelta, por el mismo camino.
Grandes bolos de granito.
Pico Torres
Desde la Lagoa Comprida la carretera continua ascendiendo (pasando por la única estación de esquí que hay en Portugal) hasta la misma cúspide del Pico Torres.
1.993 sobre el nivel del mar, mayor altura del Portugal continental y lugar gélido en un día como el de hoy con bajas temperaturas y un fortísimo viento que casi nos tira nada más salir del coche.
Pico Torre (1.993 metros).
El nombre del pico se debe a que al rey de turno -Juan VI (1816-1826)- decidió que la cima más alta de Portugal tenía que llegar a los 2.000 metros. Y como a la cima le faltan unos pocos metros para llegar a esa cifra mandó construir una "torre" en su punto más alto para conseguirlo.
Un lugar frío y poco agradable.
La proximidad de la estación de esquí (sin apenas nieve, pero con gente haciendo "culoesquí", a un lado de la torre una cafetería y al otro un par de tiendas que venden productos variopintos y con un principal: el queso. Un queso que se huele bastante antes de entrar en los locales.
Quesos, cuchillos, zapatillas, gorros, bolsos, cuentos, bebidas, hay de todo!!!!!
Cerrando cuadro, para embellecer el lugar, un par de torres con esferas, donde se alojaron unos radares de la NATO y que desde hace bastantes años están abandonadas.
Valle Zêzere
El descenso por la vertiente opuesta, hacia Manteigas, entre riscos agresivos de granito y recorriendo un largo valle glaciar con forma de U que parece salido de un dibujo de una clase de geología; el Valle Zêzere.
Escultura de la Virgen de Nossa Senhora da Boa Estrela (Nuestra Señora de la Buena Estrella).
Panorámica en la Serra da Estela.
Valle Zêzere.
El mayor valle glaciar de Europa, con 13 kilómetros de longitud.
16 de diciembre de 2024
Guarda
No creo que Guarda pueda llamar la atención de alguien por ser la ciudad más alta de Portugal.
En nuestro caso, esta ciudad asentada sobre una colina, es el remate y punto final de nuestro pequeño periplo de por tierras portuguesas.
Un viento gélido nos acompaña en nuestro recorrido por Guarda donde la nota dominante es el granito.
Será en su catedral y sobre todo en las terrazas de su tejado, donde disfrutamos de la magia y pericia de esos viejos artesanos capaces de a dar forma a un material tan duro para crear algo grande que perdure en el tiempo.
Sé de Guarda, Catedral de Guarda
Poco o nada queda en la Sé de Guarda o Catedral de Nuestra Señora de la Consolación de la construcción original de estilo románico erigida por Sancho I de Portugal.
Con porte de fortaleza inexpugnable, propia de un lugar que se enfrentaría a diario a las amenazas de invasión de árabes primero y españoles después, nos obliga a separarnos si queremos apreciar todo el conjunto, que combina una arquitectura gótica con elementos manuelinos y renacentista.
Sé de Guarda.
Sé de Guarda, entrada principal.
Construida en el siglo XIII, fue derribada en la segunda mitad del siglo XIV cuando las murallas de la ciudad de Guarda fueron reforzadas por el rey Fernando I durante las guerras con Castilla.
La escalera de la entrada principal no hace ver que la catedral esta construida sobre terreno inclinado, ya que la fachada contraria se encuentra a ras de suelo.
En el centro, retablo renacentista de cuatro pisos atribuido a Jean de Rouen.
Detalle del altar de cuatro alturas.
Detalle de la bóveda de la nave central.
Bóvedas de crucería cutripartita con gruesos nervios baquetonados.
Columnas estriadas es espiral.
Una larga escalera de caracol nos permite acceder a las sobrecubiertas del templo.
Un lugar privilegiado para otear el conjunto urbano de Guarda y sus alrededores.
A Guarda se la conoce como la ciudad de las "cinco efes": Farta, Forte, Fria, Fiel e Formosa.
Farta (abundante): por la riqueza agrícola de los valles circundantes.
Fuerte: porque además de las defensas naturales que supone la Sierra de la Estrella, el conjunto urbano estaba bien defendido por su castillo y murallas.
Fria; por sus inviernos muy fríos al ser la ciudad a mayor altura de Portugal, (1056 metros sobre el nivel del mar).
Fiel (leal), porque el Capitán General de la Guardia del Castillo la defendió ante los ataques de Castilla a finales del siglo XIV.
Formosa (hermosa), por la belleza de su casco antiguo.
Arbotantes, la solución para para contrarrestar los empujes oblicuos de las bóvedas de crucería.
Praça Luís de Camões.
La plaza que ha llamado nuestra atención desde los altos de la catedral.
Hoy inundada por el ambiente navideño.
La Judería de Guarda.
En el casco histórico de Guarda se conserva una de las juderías mejor conservadas de la península ibérica.
En sus callejuelas estrechas abundan casas de dos plantas donde el material constructivo vuelve a ser el granito y donde el tiempo parece haberse detenido.
Torre dos Ferreiros
Torre dos Ferreiros.
Una de las puertas de su muralla medieval. Data del siglo XIII durante el reinado de D. Dinis.
Desde la cima del Alto Las Coronas 29 de abril de 2024 Que tranquilidad supone sentirse superfluo. Moverte de un sitio a otro, sin prisas, sin metas remuneradas, como vaca buscando el bocado más apetitoso, pero con la diferencia (aparte de andar a dos patas) de tener la capacidad de soñar. Seguimos con tiempo incierto. Con pronósticos de lluvia a medio día que aconsejan no adentrarse mucho un la cordillera y estar de vuelta antes de que caigan las primeras lluvias. La collada de Bosvil la descubrimos en una foto en un periódico local. El Alto Las Coronas (un sinclinal al suroeste de La Velilla de Valdoré) apareció al buscar ese collado en el Iberpix. "Buenas vistas tendrán esos altos sobre las montañas de Ocejo y Las Pintas" pensamos y no nos equivocamos. La mañana se aguanto de lluvias y un sol primaveral nos permitió disfrutar de un camino donde el bosque de ribera da paso al hayedo y este a las praderías de altura antes de alcanzar la cima, que por supuesto ofreció unas vi...
Sobre la cima del Cueto Ancino 11 de julio de 2023 Es fácil repetir cima cuando la repetida es el Cueto Ancino. Las Cimas del Curueño tienen su estrella en el Cueto Ancino, la cumbre que levanta su cima abruptamente desde la orilla del Curueño y alcanza altura suficiente para ser un excelente mirador sobre sus vecinas (Peña Galicia, Valdorria, Prado Llano, Peña el Pueblo o el mítico Bodón). Amanecemos temprano para estar de vuelta a medio día y evitar los calores de este torturador verano. Aprovechado la sombra que el Ancino y Prado Llano desparrama por la ladera sur, ascendemos con rapidez, con intensidad y sin concesiones, afín de salvar los algo más de seiscientos metros que nos separan de la cima, mientras a nuestro alrededor comienzan a dejarse ver las otras cimas del Curueño De nuevo en la cumbre de esta montaña que llama a ser ascendida una y otra vez, mostrando en cada ascensión una nueva fisonomía, un nuevo rincón, una nueva cima vecina o un nuevo bosque. Como el grupo de fres...
Sicilia Habitada en otro tiempo por los Sicanos y por los Siculos, Sicilia fue colonizada por los griegos en los siglos VII y VIII a.C., fundando Siracusa (734 a.C.) y otras ciudades. Fueron parte integrante del mundo griego, llegando a ser Siracusa rival de Atenas. Al final de la Primera Guerra Púnica, Sicilia será conquistada por los romanos, que con la decadencia del Imperio será tomada por los Vándalos, los Ostrogodos, los Bizantinos y los Árabes (826-901) un pueblo que dejará una profunda huella. Libertada en 1.061 por el conde normando Roger de Hauteville, la isla paso al hijo de Federico Barbarroja, Enrique IV, a quien sucedería Federico II. Después la isla pasaría a los príncipes de Aragón y de los Reyes de España. Contra estos se levantarían varias veces los sicilianos, pero será en 1.860 cuando Garibaldi capitanea la expedición de los Mil, con la que la isla pasaría a pertenecer a Italia. El 10 de julio de 1.943 estando ocupada la isla por los alemanes, un contingente de 160....
Comentarios
Publicar un comentario