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Panorámica del Remelende desde las inmediaciones del Pto. de las Señales |
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En la cima del Remelende |
19 de febrero de 2025
Llegamos al puerto a la vez que el agente medioambiental, pero él inmediatamente da la vuelta a su coche (descendiendo posiblemente a Puebla de Lillo para tomar un café calentito en alguno de sus bares), mientras que nosotros ahí quedamos, presos a las inclemencias del tiempo, buscando la magia de los paraísos perdidos de nuestros sueños.
Por lo demás, el Remelende se despierta de una noche que no cabe pensar que fuera emocionante, con sus laderas tan despobladas de nieve que ni siquiera tendremos para hacernos un sorbete de limón.
-Habrá nieve arriba?
Con la duda de si serán precisas las raquetas partimos hacia los altos, con una mañana radiante de las que te permiten disfrutar de las vistas.
El valle de Riosol y el de Lillo levantan la niebla y nos muestran sus cimas cuando llegamos al altiplano de la Sierra del Mongayo.
Culebreamos aprovechado las manchas de nieve hacia la primera cima: el Remelende, la más alta y la que posiblemente tenga las mejores vistas.
Y a partir de esta, nos descolgamos por la arista hacia los altos del Mongayo y Moneo, viendo como las nubes avanzan hacia nosotros.
Para alcanzar el Pico del Águila es preciso abandonar la arista y descender hasta el Llanón de Utras, un paraje que se nos antoja muy nórdico (como toda la meseta), para volver a tomar altura hacia el alto de Águila.
Pero la niebla llega antes que nosotros y la Peña del Águila solo será un punto en el track.
La sorpresa; el llano cercano al puerto, donde un arroyo juguetón ha labrado una serie de pequeños lagos creando un paraje de postal.
Alto del Puerto de las Señales.
Invierno o primavera?????
El vecino Pico del Lago.
Mas abajo, en el valle de Lillo, con la silueta de un volcán: la Peña de San Justo.
Peña de San Justo, en sus laderas pisamos las primeras nieves del año hace unas semanas (ver reportaje). De nuevo miramos hacia el Pico del Lago o del Pinar.
Peña de San Justo, con más aumentos.
Todos estos pinos son semillas escapadas (o traídas por los pajarillos) del Pinar de Lillo.
El valle de Riosol.
Pico del Lago y los Mampodres.
El altiplano de la Sierra del Mongayo.
Mirando hacia Picos.
Picos de Europa.
La amplia meseta de la Sierra del Mongayo.
Hacia las cimas de Ponga, destacando el Tiatordos y Maciédome.
El camino hacia la cima del Remelende.
Pico del Lago.
Llegando a la cima del Remelende.
Desde la cima del Remelende.
Varios planos: el primero al fondo de nuestros pies el Puerto de Tarna y el valle hacia Ponga, segundo la línea montuna del Pico Abedular, tercero Peña Ten y Pileñes (dos buenas peñes) y un cuarto, al fondo, los Picos.
Tiatordos y Maciédome.
Con más aumentos el Tiatordos.
Cima del Remelende.
Valdeburón.
Estiro el cuello y tiro de zoom para poder ver el edificio donde tienen el bar en el Puerto de Tarna.
No es un buen día por los Mampodres.
Descendiendo.
Entre el Remelende y el Mongayo se acumula algo más de nieve.
Carlos en la cima del Pico Mongayo.
Vista atrás hacia el Remelende.
Picos que continúa llamando nuestra atención.
Peña Santa.
Pileñes y Ten.
En la cima del Pico Moneo. Un terreno muy nórdico, con pequeñas lagunas.
Al frente la cara abrupta del Cantu del Oso.
El Llanón de Utras, al que tenemos que descender para seguir hacia el Pico del Águila.
Mucha agua y poca nieve.
La niebla nos gana la partida y se apodera de los altos.
En la cima del Pico del Águila, la última cima del día.
Hoy sin vistas.
Hacia el Pico del Lago con su ladera cubierta de pinos (Pinar de Lillo).
La charleta entretenida hace que perdamos el sendero y terminamos descendiendo por medio de una barranquera para salir a un pequeño llano donde el arroyo ha generado meandros y pequeñas lagunas que con los pinos y la cima del Remelende crea un paraje estupendo.
Panorámica.
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