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Sta. María del Naranco |
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Iglesia de San Miguel de Lillo |
19 de marzo de 2025
La invasión musulmana por la Península Ibérica encontrará focos de resistencia en los valles intermotanos donde habitaban los astures y cántabros.
Heredero de los viejos monarcas visigodos, el noble Don Pelayo no se doblegó al poder de la Media Luna, derrotándolos en la batalla de Covadonga allá por el año 718.
Un naciente reino y parejo a él, un nuevo estilo arquitectónico; románico asturiano, arte prerrománico asturiano o estilo ramirense.
Será Ramiro I, en el Naranco, monte próximo a Oviedo, en unas tierras de su propiedad donde decide levantar un conjunto palacial que incluía baños y una iglesia (posiblemente dedicada a Santa María y San Miguel).
Y en ese proyecto tuvo la suerte de contar con un arquitecto que cabría calificarlo como genial.
Al tiempo restauró, en las proximidades al palacio, un antiguo santuario que dedicó a San Miguel y a Santa María.
Con un estupendo día primaveral nos acercamos hasta el parking del Naranco para una visita guiada por las iglesias del Naranco.
Santa María del Naranco
Santa María del Naranco.
Edificio de planta rectangular, en dos pisos, el superior dividido en tres partes; una central con una gran sala y las dos extremas formadas por dos galerías abiertas al exterior.
Los contrafuertes del exterior llegan muy arriba, uniéndose con los arcos fajones que veremos en el interior del templo.
Un edificio de pequeño tamaño, pero exquisitamente diseñado, con dos galerías, una a cada extremo (existió una tercera en la fachada que mira al valle).
Vistas desde la explanada de Sta. María del Naranco (al fondo la Sierra del Aramo con nieve en sus cimas).
Detalle exterior de una de las galerías, donde vemos las columnas decoradas con el típico sogueado y capiteles corintios.
Galería este.
Las dos galerías tienen el mismo esquema decorativo.
Declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1985.
Detalle de la ventana superior, tres huecos separados por dos columnas.
Similar estructura en las ventanas de los balcones.
Entrada al piso superior.
Se realiza por una doble escalera
Interior
Interior de Santa María del Mercado.
Se cubre con bóveda de cañón reforzada por arcos fajones (esta solución será la precursora de los edificios románicos).
Los capiteles con figuras de personas y animales.
Una de las galerías laterales (la del este) donde el ara ocupa una posición central.
Se piensa que esta galería inicialmente esta pensada para ser una capilla.
En un edificio de tan sobria y simple construcción sorprende el delicado trabajo del sogueado de las columnas, de los capiteles y de los medallones decorativos.
Detalles balcón este.
Detalle del ara.
Balcón oeste.
Planta baja
La planta baja consta de una sala rectangular, con bóveda de cañón sobre arcos fajones. Cuenta también con un banco corrido sin arcos fajones.
San Miguel de Lillo.
A unos cientos de metros de Santa María.
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Planta real y planta original |
En ese lugar debió de existir un santuario anterior que Ramiro mandó renovar desde los cimientos.Todas las opiniones están de acuerdo que era la iglesia del palacio.
Originalmente tuvo planta basilical, de tres naves, pero hoy solo se conserva una tercera parte de su longitud, porque durante el siglo XIII o principios del XIV se derrumbó debido a la mala cimentación del suelo.
Aún así, lo que vemos es una autentica maravilla, en especial sus elementos decorativos como arquerías, columnas y celosías.
Declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1985.
San Miguel de Lillo.
En el interior no es posible hacer fotografías.
Luchando con el monte para no ser engullida.
Ventanas y celosías.
En el exterior de la cabecera, en el suelo, tenemos marcado los límites de la cabecera originaria.
Santa María del Naranco.
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