Roap trip Mediterráneo II: Arles

Anfiteatro de Arlés
Teatro romano de Arlés

Tímpano de la antigua catedral de Saint-Trophime


29 de abril de 2025

Sobre una población celta, los romanos crearon una colonia de derecho latino y Julio César asentó aquí a sus veteranos de la Sexta Legión y comenzó a embellecer la ciudad, continuando Augusto esta labor.

La ciudad romana contó con una muralla, un anfiteatro, un teatro, un circo, un foro con criptopórticos, unas termas de época de Constantino y varios cementerios

En Arlés pasaremos las tres últimas noches y servirá como punto estratégico para desplazarnos por los alrededores.

Punto estratégico si quieres moverte por la Camarga y punto estratégico si quieres continuar empapándote de la ingeniería civil romana.

Nimes nos sorprendió con su anfiteatro, Orange con su teatro. Arlés lo hará de nuevo (sorprendernos) con su su anfiteatro y con su teatro.

Su anfiteatro no será el mejor conservado del mundo romano, como lo es el de Nimes, ni su teatro tendrá la espectacular fachada escénica que posee el de Orange, pero en su conjunto, añadiendo los criptopórticos y el obelisco romano, Arlés se posiciona en los puestos de cabeza dentro del ranking de ciudades con huella romana.

A ello habremos de sumarle el encanto de sus plazas, de sus calles estrechas, de su río y sobre todo la portada occidental de la antigua catedral de Saint-Trophime, que para muchos expertos es uno de los mejores tesoros de la escultura románica.


Anfiteatro romano

Un largo periodo de prosperidad en la conquistada ciudad de Arelate (Arlés), llevó a Tiberio Cesar Augusto, allá por el año 80 d.C., a ordenar a sus ingenieros la construcción de un anfiteatro que tomara como inspiración el Coliseo de Roma.

Con 136 metros de largo y 107 de ancho, este recinto con forma elíptica a dos niveles, 60 arcos de medio punto en cada nivel, separados por columnas de estilo dórico en el primer nivel y corintio en el segundo, disponía de una capacidad para 20.000 personas.

Cumpliría su función durante el esplendor de la Era Romana y tras la caída del Imperio se ira deteriorando, mientras sufre espolios y en la Edad Media (lo mismo que vimos en el de Nimes) sus muros servirán de recinto a una verdadera ciudad.

En los siglos XVIII se comenzaría a sacar las casas y en el siglo XIX se despejó por completo.

Si en la antigüedad el el bullicio que salía de su cávea estaba originado por los juegos romanos con luchas de gladiadores, hoy los espectadores aclaman ante las corridas de toros o los conciertos.

En 1981 es catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Anfiteatro de Arlés.
Sorprende la similitud con el anfiteatro de Nimes, los dos con dos niveles, los dos con 60 arcos y los dos con similares medidas.
En el de Arles aparece la nota discordante de las torres cuadradas que son añadidos en la Edad Media.

En peor estado de conservación que el de Nimes, pero este deterioro es difícil de observar ya que como es utilizado para diferentes espectáculos, tiene un graderío permanente a base de estructuras metálicas que impiden ver su estado.
Aún así, sorprende por su tamaño.
Un buen observatorio de la ciudad.
Arlés.


Mucha piedra robada.
El graderío de la cávea solo se conserva en el primer tamo.
En la parte superior de las arcadas falta el remate.
Y en gran parte de los corredores circulares falta el piso y el que hay es reconstrucción.
Aún así, el conjunto es impresionante.

Plaza de la Major, con la iglesis de Notre Dame de la Major.





Más cerca de la arena.


Teatro antiguo de Arlés

Construido a finales del siglo I a. C., el teatro de Arlés tenía una cávea de 103 metros de diámetro y podía acoger a 10.000 espectadores repartidos en 33 gradas.

La escena era una plataforma de madera de 50 metros de larga por 6 de ancha, con una pared de fondo con tres niveles y más de 100 columnas.

La decadencia del Imperio, el abandono, el saqueo de su piedra para realizar otras construcciones, lleva al teatro de Arlés a un estado de ruina.

En 1.651 se realizan las primeras excavaciones y aparece entre las ruinas una escultura de la Venus de Arlés que se encuentra en el museo del Louvre.

Actualmente el graderío esta reconstruido ya que se emplea para espectáculos y de la escena solo hay un par de columnas.  















Criptopórticos

A pesar de no haber visto ningún criptopórtico, conocía el termino de leerlo en un folleto sobre el Parque Arqueológico de Segóbriga (Cuenca).

El término criptopórtico se articula a través de dos palabras; una del griego kryptē (ocultar) y otra del latin porticus (pórtico).

Desde el Ayuntamiento accedemos a los critopórticos, tres galerías excavadas en torno a los años 30-20 a. C. Su utilidad era servir de cimientos que permitiesen allanar el terreno para construir sobre esa explanada el Foro, pero también tenía la utilidad como almacén o granero.

Otro de los lugares en Arlés declarado por la Unesco como Patrimonio de la Umanidad.


Antigua catedral de Saint Tróphimo

La ciudad se cristianizó a mediados del siglo II d. C. con San Trófimo como su primer obispo.

La basílica de San Trófimo de Arlés (Saint Trophime) se erige sobre una basílica del siglo V. 

San Trófimo de Arlés tiene planta de cruz latina, con tres naves, la central mayor y más alta. A finales del siglo XI se construyen el ábside y el transepto, en estilo románico. Sobre este se erige un campanario central cuadrado. En el siglo XIV se derriba el coro románico y se hace el ábside nuevo y sus capillas, ya en estilo gótico. 

La portada occidental es del siglo XII, en estilo románico y presenta una decoración vinculada al Apocalipsis de San Juan. En el tímpano aparece Cristo en Majestad dentro de la mandorla mística, con los evangelistas a los lados: ángel (San  Mateo), león alado (San  Marcos), toro alado (San Lucas) y águila (San Juan). En el dintel aparecen los Apóstoles y a los lados, al a derecha los condenados y a la izquierda los elegidos.

Fue catedral, en 1.801 pasó a ser iglesia parroquial y en 1.882 fue nombrada basílica menor.

Es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Antigua catedral de Saint Tróphimo
Cuando se levantó la catedral a finales del siglo XI, Arlés era la segunda ciudad en tamaño de la Provenza (15.000 - 20.000 habitantes). Tenía un puerto sobre el Ródano y dos nuevas ciudades a cada lado de la antigua ciudad romana.

Interior antigua catedral de Saint Tróphimo


La portada occidental de la antigua catedral de Saint Tróphimo

Destaca su magnífica portada. En el tímpano se encuentra un Maiestas Domini, con Cristo enmarcado en una mandorla con el tetramorfos rodeándolo.

En el friso del dintel están representados los doce apóstoles.

Los doce apóstoles.
A la izquierda de la portada, los elegidos. 
Los elegidos.
A la derecha, los condenados.
Los condenados.

En un nivel inferior, a izquierda y derecha, separados por columnas de piedra oscura, estatuas de santos propios de la historia de Arlés.

Y un montón de escenas bíblicas:







Claustro Catedral de Arlés

El acceso al claustro de la Catedral de Arles es a través de la puerta del antiguo Palacio Arzobispal.

Se comienza a construir en 1.150, pero no se finalizará hasta el siglo XIV, lo que hará que en claustro comparta los estilos románico y gótico.

Rectangular con 28 metros de largo y 25 de ancho.

Gran calidad escultórica en sus capiteles, destacando un pilar de esquina donde se muestra a San Trophimo, fundador de la iglesia.








El león es un símbolo asociado a la figura de Cristo y a conceptos como la fuerza, la justicia y el poder.

San Tróphimo.


Plaza de la Republica

Es la plaza principal de Arlés donde se encuentran algunos de los edificios y monumentos más importantes de la ciudad: el Hotel de Ville, la antigua catedral de Saint-Trophime, la iglesia de Santa Ana y el obelisco romano.

Plaza de la República.
Al frente (fondo) el Hotel de Ville, a la derecha la antigua catedral de Saint-Trophime, a la izquierda la iglesia de Santa Ana y en el centro el obelisco romano.
Catedral de Saint-Trophime.
Obelisco romano.
Obelisco romano.
Construido en granito de las canteras de Asia Menor, tiene 20 metros de altura y se encontraba en el circo romano.
Al ser abandonado el circo, el obelisco termino por caerse y rompió en dos partes. 
En 1676 se reconstruyó y se colocó en esta plaza.


Hotel de Ville d'Arles

Situado en la Plaza de la Republica. 

Bonito edificio terminado en 1676 donde se sitúa el Ayuntamiento.

Desde él se accede a los criptopórticos.

Fue clasificado como monumento histórico en 1920.

Hôtel de Ville d'Arles.

Escalera principal en el interior,  los dos leones realizados por el artista Jean de Dedieu y en el rellano una escultura de la Venus de Arles.


Torre de Mourgues

Restos de las murallas y torres que rodeaban la ciudad.

Toman el nombre de un antiguo monasterio que había por las proximidades.







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