Castro de Valdosa desde Tejada en circular
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Castro de Valdosa |
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Caminando por los altos del Castro de Valdosa entre sabinas |
17 de mayo de 2025
El sol estaba bien alto cuando después de haber dejado atrás Burgos y Lerma llegamos a Tejada.
Al otro lado del arroyo de los Molinos, en los altos de Castro Valdosa (la montaña que teníamos al frente y que pretendíamos ascender) las sabinas seguían succionando, al igual que lo han hecho durante miles de años, el alimento de las tinieblas.
Dentro del Parque Natural Sabinares del Arlanza - La Yecla, Castro Valdosa es uno de los típicos cantos (elevación que por un lado presenta una suave ladera, mientras por el otro se desploma en vertical desde la cima) en cuyas laderas tan bien se desarrollan los más extensos y mejor conservados sabinares de todo el planeta (según la Junta de Castilla y León).
La sabina albar ((Juniperus thurifera) es un árbol que ocupa suelos pobres, dando lugar a una formación abierta, pero también la encontramos en páramos o laderas mezcladas entre otras formaciones arbóreas como encinares, pinares, rebollares y quejigares.
Recorrido circular, con distancia contenida y desnivel escaso pero de lo más abrupto, que permite reconocer este paraje tan peculiar, formado por bancos calizos del Cretácico Superior y por los movimientos que en ellos produjo la orogénesis Alpina y a su vez erosionados intensamente por las aguas de los ríos y arroyos que los cruzan.
Castro Valdosa visto desde la entrada de la población de Tejada.
Con una arquitectura muy peculiar en alguna de sus casas.
Las típicas choperas junto a los arroyos.
Castro de Valdosa.
Ascenderemos a su meseta desde el collado que vemos a la derecha.
Vista atrás.
Un antiguo lavadero.
Campos de cultivo, el sabinar, un espeso pinar y nuevamente sabinas dispersas antes de alcanzar el roquedo.
Vamos ascendiendo por un cortafuegos de mucha pendiente que nos obliga a agarrarnos a los árboles.
Vista atrás.
Alcanzada la arista el terreno se vuelve más humano.
Vista atrás de una parte del camino recorrido.
Orogénesis alpina, o lo que es lo mismo un terreno muy incómodo sobre el que caminar.
Al acercarnos a la arista vemos que esta se desploma verticalmente.
Dando muy buenas vistas a la meseta.
Cima del Castro de Valdosa (1.414 metros).
A partir de ese punto la meseta va descendiendo.
Un paraje tachonado de sabinas.
La sabina es un árbol generador de suelo.
Cantiles de la cara norte desde el Pico del Castro (1.352 metros).
El descenso ya por un sendero marcado.
Valdevellano.
Mirando hacia el sur, el valle donde nace el río Esgueva.
El descenso hacia Barriosuso, por un sendero muy agradable.
Barriosuso.
Barriosuso, no llegamos a entrar en el pueblo.
El camino que va de Barriosuso a Tejada, antes de llegar a esta, se acerca a la cascada del Churrión.
Una cárcava impresionante.
Y un tinglado algo desproporcionado.
Algo desproporcionado para el agua que cae.
Castro de Valdosa.
Palacio Ducal, Lerma.
Palacio Ducal, interior (Parador Nacional).
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