Road trip Galicia
![]() |
| Apoteosis en el banco de la Loiba |
29, 30 y 31 de agosto de 2025
Apoteosis en el banco de la Loiba.
No era una manifestación de entusiasmo por el esfuerzo realizado para llegar al lugar.
No era el lugar con vistas más impresionantes que hallamos visitado (las vistas son guapas, guapas).
La exaltación era porque la pareja que parecía vivir en el banco por fin se había ido (una pareja sentada en un extremo del banco que no se levantaba a pesar de haber un mogollón de gente esperando para hacer la foto)
Una nueva incursión por Galicia. Un pequeño road trip a salto de mata, sin rumbo previsto, visitando aquellos lugares que tanto nos gustan, con un tiempo muy gallego.
29 de agosto de 2025
Refugio-observatorio de Estaca de Bares.
La migración en marcha.
Nuestro periplo comienza en Estaca de Bares, lugar donde dejamos a Martín para que disfrute de tres jornadas de pajareo.
Muchas horas pegados al telescopio.
Faro Estaca de Bares
Faro de Estaca de Bares.
El punto más septentrional de España.
Faro de Estaca de Bares.
Situado en una planicie a cien metros sobre el mar, esta torre tiene una altura de 33 metros que lanza un destello de luz capaz de ser visto a 25 millas náuticas.
En funcionamiento desde el 1 de septiembre de 1850.
Punta de Estaca de Bares, cuyos acantilados separan las ría de Ortigueira y la ría do Barqueiro.
O Porto do Bares
Muelle do Caido. O Porto do Bares.
Un pequeño paseo después de un café con croissant.
Isla Coelleira, al otro lado de la Ría do Barqueiro.
Muelle do Caido.
Complexo dunar do Monte Branco
Siempre nos referimos a este lugar como las Dunas de Ponteceso.
El lugar donde íbamos a ver pasar los delfines (en aquellos lejanos años que vivimos en A Coruña) tumbados sobre las dunas y el lugar donde se encuentra la duna trepadora más alta de Europa.
Duna trepadora o rampante, producto de la acción continua de los vientos sobre la arena de la playa que empuja esta por la ladera de una montaña hasta su cima.
En este caso hacia la cima del Monte Branco a 182 metros.
Sin la vistosidad de la Duna de Pilat en Francia o del Monte Branco de Camariñas, el Complexo dunar do Monte Branco guarda el encanto de los amplios espacios frente al mar.
A la salida de la aldea de Currás, un ensanchamiento hace las veces de parking.
No podía ser otro tipo de árboles que eucaliptos.
Estuario do Anllóns.
Por estos lugares pasamos unos buenos ratos buscando una barnacla cuelliroja allá por el 2015 (ver reportaje).
Observatorio de aves.
Dunas de Ponteceso
A Barra, el muro de arena que protege el estuario.
Chove.
Monte Branco (182 m).
Por la parte baja de este monte cruzamos desde Ponteceso a Corme en una etapa de "O Camiño dos Faros" (ver reportaje).
La vuelta.
Cabo Vilán
Situado en uno de los tramos más peligrosos de la Costa da Morte, dentro del municipio de Camariñas.
Su faro se levanta en un promontorio a 125 metros sobre el nivel del mar y lanza un potente haz de luz capaz de ser visible a 28-30 millas marinas (55 kilómetros).
Un lugar por el que pasamos con nuestras bici hace más de 30 años cuando vivíamos en Lugo, o en un tiempo más cercano, cuando recorrimos un tramo de "O Camiño dos Faros" (ver reportaje).
Cabo Vilán (Cabo Vilano)
El primer faro electrificado en España.
Faro Vello, situado en el promontorio anterior a Cabo Vilán.
Construido con base octogonal se levantó en 1854 y era un faro de vapor.
Camariñas
Final del día, en la bonita población de Camariñas.
Panorámica porto de Camariñas.
30 de agosto de 2025
Cementerio de los ingleses y Praia do Trece (Sueños rotos por el mar)
El 10 de noviembre de 1890, el crucero de guerra británico HMS Serpent que había partido hacía dos días de Plymouth en dirección a las bases británicas de África, se ve sorprendido en plena noche por un temporal que levantaba olas de más de diez metros de altura.
A pesar de los esfuerzos realizados por su capitán, el barco embarranca en unas rocas situadas a seiscientos metros de la costa, frente a la punta do Boi (en la Costa da Morte muy próximo a Cabo Vilán), hundiéndose y llevándose consigo a un total de 172 marineros de su tripulación.
Solo tres marineros conseguirán sobrevivir (los tres provistos de unos rudimentarios chalecos salvavidas de corcho que no eran comunes en esas fechas), dos arrojados por las olas sobre la praia do Trece y un tercero que llegará a una zona rocosa.
Otros muchos marineros perderán la vida a los largo de los 200 kilómetros que entre Malpica y Finisterre conforman la Costa da Morte, esta costa que se pensó estaba maldita por Dios, a pesar de su dramática hermosura.
El Cementerio de los Ingleses es un pequeño recinto de piedra, en cuyo interior se levanta una cruz en recuerdo de los marinero británicos enterrados en ese lugar cuyos sueños fueron quebrados por el mar.
Poco o nada puede ser tan deseable como levantarte, hacerte un desayuno, recorrer un pequeño trayecto en coche y comenzar a caminar por este paraje tan fantástico.
Los cantiles de Cabo Vilán que paseamos la tarde de ayer y la praia da Balea.
El oso.
Praias de arena.
Praias de cantos rodaos.
Costa da Morte.
Punta do Boi (Cabo do Trece).
Cementerio de los Ingleses.
Desde el Cementerio de los Ingleses la Ensenada do Trece.
Cementerio de los Ingleses.
Un recinto rodea otro pequeño recinto donde se encuentran las placas de homenaje a los marineros ingleses muertos.
Barcos homenajeados en el Cementerio de los Ingleses: el HMS Serpent (1890), el Iris Hull (1883) y el Trinacria (1893).
Hacia la praia do Trece.
Entrando en la praia do Trece.
Al frente vemos la duna rampante que asciende hacia el Monte Branco (por la que descendimos hace unos años ver reportaje)
Praia do Trece.
Cabo Touriñán
Finisterre (el cabo) se lleva la fama de ser el fin del mundo (entendemos el punto más al oeste), pero es Touriñán el punto más occidental de la provincia de La Coruña, de Galicia y de la España peninsular.
Faro de Touriñán.
Pensamos hacer una ruta por los alrededores, pero una pertinaz lluvia recomendaba no alejarse mucho del coche.
Situado sobre un brazo de tierra que se adentra en el mar, este faro lanza un potente haz de luz que llega hasta las 24 millas náuticas (44 kilómetros).
Santuario de Nuestra Señora da Barca
Según cuenta la tradición, Nuestra Señora (es decir la Virgen) llegó a estas tierras cuando el apóstol Santiago predicaba por estos lugares.
¡Y lo hizo navegando en una barca de Piedra!
La barca de piedra no llegó intacta hasta nuestros días, pero sí ciertas partes que se encuentran entre el roquedal a los pies del Santuario de Nosa Señora da Barca.
Dos partes que difícilmente distinguiremos si no venimos alertados y que tienen nombre propio: "a Pedra de Abalar" y "a Pedra dos Cadrís".
Santuario de Nuestra Señora da Barca (Muxia).
Baliza da Punta da Barca.
Al norte de la población de Muxia, es una torre cilíndrica de 11 metros de altura.
Al frente, envuelta en la niebla la península de Camariñas.
Pedra dos Cadrís.
Una enorme piedra, terminada en pico y apoyada sobre tres puntos que dejando un hueco por el que es posible pasar rozando las caderas y que según la tradición: quién pasa por debajo de ella, se libra de cólicos nefríticos y otros males por el estilo.
Pedra dos Cadrís.
Pedra da Abalar.
Una gran losa que se mueve cuando se sube encima alguien que esté libre de pecados.
La Pedra da Abalar rompió hace unos años (algún pecador se subiría a ella e intentaría menearla) lo que ha provocado ya no abale (es la versión oficial, pero yo creo que es porque ya no hay nadie libre de pecados).
Interior del Santuario de Nuestra Señora da Barca.
El 13 de noviembre del 2002, el Prestige lanza un mensaje de socorro a 50 kilómetros de las costas de Finisterre.
Comienza en ese momento la angustiosa situación que acabaría en la tragedia del Prestige: el mayor desastre ecológico ocurrido ante las costas gallegas.
Miles de toneladas de un fuel viscoso fueron vertidas ante la Costa de la Muerte. Un desastre que lanzo una marea negra sobre esta costa pero que también trajo una marea solidaria con el pueblo gallego: miles de personas llegaron de todas partes para ayudar a limpiar la costa gallega de "chapapote".
Como recuerdo de esos funestos días se yergue el monumento A Ferida, un monolito de 400 toneladas y 11 metros de altura esculpido en granito cuya estructura se encuentra partida por la mitad formando una grieta que simboliza una herida sangrante.
Muxia
La tarde languidece bajo la lluvia y nos acercamos a Muxia para cenar y refugiarnos bajo las mantas.
Los murales de su puerto llaman nuestra atención.
Porto de Muxia y el promontorio rocoso donde se sitúa el Santuario de Nuestra Señora da Barca.
Los murales de Muxia rinden homenaje a las mujeres del mar.
Claudina, de profesión percebeira.
Paseo marítimo de Muxia.
31 de agosto de 2025
Ascensión al Pindo (intento frustrado)
Nos las prometíamos muy alegres con ese despeje sobre las cimas del Pindo.
Aparcamos en O Fieiro, nos preparamos y tomamos el camino conocido hacia el Pindo que ya recorrimos hace unos años (ver reportaje de hace 14 años).
A la media hora la niebla nos envuelve y una cortina de agua descarga sobre nosotros todo aquello que no ha llovido durante este largo año de sequía.
Vuelta, cambio de rota y búsqueda de un lugar donde tomar un café.
Pontedeume
La borrasca queda amarrada por Finisterre y como es preciso volver a Estaca, decidimos avanzar y tomar ese café en alguna de las terrazas de la bonita población de Pontedeume
El puente sobre la Ría del Eume.
Callejeando por Pontedeume.
Estrechas y agradables las calles de Pontedeume.
Y sin lluvia!!!
Por Pontedeume paseamos también el día que vinimos a recorres las Fragas do Eume (ver reportaje de las Fragas do Eume).
Lagoa da Frouxeira
Muchas curvas fueron precisas hasta llegar a la Lagoa da Fruuxeira.
Lugar especial por la propia lagoa donde hicimos nuestras primeras incursiones en busca de aves (ver reportaje por lagoa da Frouxeira), por su cercana praia, por el raro faro de Punta Frouxeira (ver reportaje faro Punta Frouxeira), la Capilla de Nosa Señora do Porto (ver reportaje) o por el espectacular Monte da Vela que nos permitió conocer esta zona desde las alturas (ver reportaje).
Un Picasso en Valdoviño
Lagoa da Frouxeira.
Praia da Frouxeira.
Acantilados de la Loiba
Una iniciativa privada (un vecino de Loiba que decide colocar por su cuenta un banco en el mirador de O Coitelo), un concurso de fotografía (otro gallego que hace una foto nocturna al banco y gana la sexta edición del Earth and Sky Photo Contest on Dark Skies Importance), las redes sociales (que comienzan a viralizarlo) y unos músicos escoceses que después de participar en el Festival de Ortigueira del 2010 se acercan hasta el banco para tocar unas piezas y deciden vandalizar el banco grabando la frase: «The Best bank of the World” refiriéndose a los acantilados del lugar (anda que no hay acantilados en Escocia) y una errónea traducción (bank en la frase hace referencia a acantilados y no a banco de sentarse, que sería bench) da lugar a que este minúsculo punto a mitad de camino entre Estaca de Bares y el cabo Ortegal, se convierta en uno de los lugares más visitados de Galicia.
Banco en el mirador de O Coitelo.
Acantilados de Loiba
Los pesados que no querían dejar el banco libre.
Los que esperábamos, llegamos a pensar si eran extras contratadas por el concejo como atrezo en el banco.
Por esas playas caminamos hace un par de años (ver reportaje).
Apoteosis en el banco de la Loiba.
O Porto do Bares
Cerrando el círculo, el último paseo por la praia do Bares.
aa.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)

a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)

a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
a.jpg)
aa.jpg)
a.jpg)
Comentarios
Publicar un comentario