Nevadín y Miro Rabón en circular desde Rabanal de Arriba (pasando por por las brañas de Cubacho y la Brañina)
Cubeta glaciar a los pies del Nevadín |
Mapa del Alto Sil |
Tiendo a utilizar indiscriminadamente los términos de Alto Sil y Laciana, si bien sé que Laciana es la comarca que abarca las poblaciones situadas en el municipio de Villablino (a saber: Villablino, Caboalles de Abajo, Villaseca, Caboalles de Arriba, Villager de Laciana, Rioscuro, Sosas de Laciana, Robles de Laciana, Rabanal de Abajo, Rabanal de Arriba, Llamas, Orallo, Lumajo, y El Villar de Santiago), mientras que Alto Sil es el territorio que engloba Laciana, el municipio de Palacios del Sil ( Palacios del Sil, Susañe del Sil, Valseco, Cuevas del Sil, Tejedo del Sil, Matalavilla, Salientes, Villarino del Sil, Corbón del Sil, Valdeprado, y Mataotero) y el valle de Salentinos.
A su vez, resulta paradójico que bajo la denominación de Alto Sil no se incluya aquellas poblaciones de Babia donde se encuentran las fuentes del río Sil (al igual que se añade el valle de Salentinos, bien se podría haber incluido el de Meroy y el de la Cueta), pero recorriendo el espacio denominado Alto Sil veo la enorme diferencia entre los valles de este, plagados de frondosos bosques y vegas de jugosos pastos, mientras que en Babia ya sabes; en Babia no hay árboles.
Vuelvo al Alto Sil, a Laciana, con intención de alzarme sobre las cumbres del Nevadín y del Miro Rabón, como continuación del periplo por los "miros" (esos balcones tan fabulosos) del Alto Sil.
Y para ello, salgo de Rabanal de Arriba, por el camino carretero que conduce a la braña de Cubacho, donde apenas paro para hacer una foto y continuo hasta otra aislada cabana situada en la ladera oriental del Salgueiral, donde el abedul ha colonizado todo el monte creando uno de los bosques emblemáticos del Alto Sil.
El camino desaparece y da paso a un pequeño sendero (que en algunos tramos también se pierde) que trepa sin interrupción por medio de un espeso bosque mixto donde robles y abedules son los principales protagonistas.
Salgo del bosque y atravieso la majada de la Culebra donde encuentro restos de cerramientos de piedra y de lo que en su día fue una cabana.
La pendiente no cesa, incluso se acrecienta antes de entrar a la cubeta glaciar formada por las cimas del Nevadín y de Peña Vendimia y en cuyo centro se encuentra la pequeña laguna del Chagunón (con ese nombre uno bien pensaría que sería una gran lagua).
El sendero se pierde y el track me lleva a un collado más alelado, pero como el terreno es sencillo y franco, opto por la directa.
Es la cuarta o quinta vez que corono esta cima y en todas siempre me ha sorprendido la grandiosidad de sus vistas. En especial del grupo del Valdeiglesia, que a pesar de aparecer a contraluz, nos muestra la profundidad de sus valles, o si te asomas hacia este, el valle de Vivero desde sus cabecera, coleteando como un reptil con sus laderas cubiertas por espesos abedulares.
Una sonrisa se ha pegado a mis labios. A partir de ese punto todo es bajada: descendiendo hacia el Miro Rabón (que ofrece similares vistas al Nevadín), descendiendo hacia la Brañina (la única braña en el Alto Sil cuyas cabanas no han sido conservadas), descendiendo por un espléndido abedular dormido hasta topar con Los Molinos de Rabanal y cruzar el arroyo de Cubachin por un puente que comienza a dar miedo y seguir descendiendo por el camino hasta cerrar el círculo en Rabanal.
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